Publicidad

El rompecabezas de España

Con el radical cambio del mapa político, el país se enfrenta ahora a una situación de incertidumbre inédita para armar gobierno.

El Espectador
22 de diciembre de 2015 - 02:27 a. m.

Las elecciones del domingo pasado en España dejan un sabor agridulce para los dos principales partidos: el Popular, PP, y los socialistas del PSOE. Por primera vez, desde el retorno de la democracia, el ganador, el PP, no tiene la mayoría necesaria para gobernar. La fragmentación se debe a la llegada de dos nuevas agrupaciones de centro-derecha e izquierda, que lograron una representación importante en el Parlamento.

Mariano Rajoy tiene la primera opción para armar gobierno. Tarea difícil. Dentro del ajedrez político español, quien aspire a gobernar debe contar con la mayoría absoluta de 176 diputados de 350. Según los resultados, el PP logró la mayor votación con 123 escaños, perdiendo 63 puestos. En segundo lugar quedó el PSOE con 90 escaños, perdiendo 20; aun así, esto los ubica como segunda opción para lograr una coalición que lleve a su líder, Pedro Sánchez, a la Presidencia. En tercer lugar se ubica Podemos, con 69 diputados, que le mordió un buen pedazo al PSOE y a Izquierda Unida. Luego está Ciudadanos, con 40 diputados. Se abre así el juego para tratar de componer el mecano que le permita a alguno de ellos gobernar. Todo un enredo.

Lo cierto es que la crisis económica que vivió el país ibérico, y de la cual apenas se recupera, no sólo generó un gran descontento social sino que permitió que irrumpieran nuevas fuerzas políticas. Dos jóvenes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, con carisma, excelentes comunicadores dispuestos a buscar un nuevo espacio dentro del bipartidismo existente, decidieron lanzarse a capitalizar ese inconformismo del electorado. En cerca de dos años han tenido un ascenso meteórico que, si bien no los convierte de inmediato en opción para ocupar la Presidencia, sí ubica a sus dos movimientos como eventuales socios de cohabitación para un futuro gobierno.

El caso de Iglesias es significativo. Con un discurso de izquierda logró atraer para Podemos a los inconformes que salieron a las calles a protestar contra las impopulares medidas de ajuste adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy. Sin ocultar sus simpatías por el chavismo, Pablo Iglesias se hizo fuerte en varias provincias del país, convirtiéndose de paso en la principal fuerza política en Cataluña y en el País Vasco. En las últimas semanas logró recuperarse en las encuestas con una campaña efectiva que logró calar. El resultado final así lo avala.

Rivera, por su parte, en algún momento de la campaña pensó que podría ser segundo o, incluso, primero si el PP se derrumbaba. Su propuesta no logró cuajar como esperaba. Los votantes de centro o de centro-derecha prefirieron inclinarse por los populares. Sin embargo el resultado final es una buena cuota inicial para el papel que vaya a desempeñar a corto y mediano plazo en la medida en que sería el compañero de cohabitación más viable para el actual presidente.

Así las cosas, se abre el juego de las matemáticas y las opciones, tanto las posibles como las impensables. Mariano Rajoy dijo que va a “intentar formar un gobierno estable”. Sabe que se trata de lograr la cuadratura del círculo. No sólo requeriría sumar los diputados de Ciudadanos, sino de un tercer partido, para logar mayoría. Rivera no acepta nacionalistas ni independentistas. No se ve claro entonces con quiénes pueda aliarse. La otra opción sería con el PSOE, pero desde allí ya le dijeron que votarán en contra de su nominación. Si Rajoy fracasa, se abriría la opción para los socialistas. Tampoco la tienen fácil. Iglesias, aliado natural, defiende un referéndum en Cataluña al que se opone el PSOE. ¿Estaría dispuesto a transar Sánchez con Podemos en este punto vital? Y, además, debería incorporar un tercer partido para lograr mayoría.

Con el radical cambio del mapa político, el país se enfrenta ahora a una situación de incertidumbre inédita para armar gobierno. Si ningún partido lo logra podría haber llamado a nuevas elecciones. Vienen días muy agitados e inciertos para España.

 

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar