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Mozart en Bogotá

Desde mañana, y hasta el llamado Sábado Santo, los bogotanos (o las personas que quieran viajar a la capital durante estos días) podrán disfrutar del Festival Internacional de Música de Bogotá.

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01 de abril de 2015 - 04:38 a. m.

El invitado de esta ocasión será el legendario compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart, un personaje que hasta el día de hoy tiene resonancia, no solamente en el escenario de las artes que han sabido inmortalizarlo (su vida ha sido contada en el cine, en el teatro, en la literatura), sino también en el de la cotidianidad diaria: no sobra recordar lo mucho que se ha hablado de su influencia positiva en los procesos cognitivos de los niños pequeños o en el desempeño productivo de los animales: “el efecto Mozart”, lo llaman en la publicidad moderna. La música, lo fundamental, el alma y esencia de todo aquello que él fue y dejó, llegará hoy a las esquinas de la ciudad. Un lujo.

Durante cuatro días seguidos, Bogotá acogerá 63 conciertos (17 de ellos gratuitos), en 15 escenarios que están distribuidos por varios lugares de la capital y que serán interpretados por los mejores solistas y grupos especializados en la música del compositor austriaco: 570 artistas de 14 países. Tendremos agrupaciones, como Camerata Salzburg (Austria), dirigida por el francés Louis Langrée; violinistas, como la holandesa Isabelle van Keulen; arpistas, como la colombiana Bibiana Ordóñez; o el intérprete del fortepiano (el instrumento de Mozart) Ronald Brautigam, de Holanda, quien será una de las estrellas del Festival. Entre muchos otros.

Mozart es uno de esos escasos personajes de la historia a los que la sociedad les puede atribuir de forma exacta (y de acuerdo con las exigencias más específicas que la palabra tiene) el calificativo de genio: su música es variada y compleja, abarca prácticamente todos los estilos de la época y es, al mismo tiempo, elegante y popular. Mozart es todo: la forma y concepto del género.

El mito ha sido reforzado por la historia: aprendió de su estricto padre Leopold (un músico prominente en Salzburgo) la disciplina suficiente que lo llevaría a componer piezas musicales de gran factura desde los cinco años para el regocijo de la aristocracia y la realeza europeas. A los 25 ya se había instalado en Viena, luego de trastabillar por otros lugares, para dar rienda suelta a su más excelsa y prolífica creatividad. Sobre él, Joseph Haydn (de acuerdo con el musicólogo estadounidense Howard Chandler Robbins) escribió lo siguiente: “la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años”.

Mozart es la pasión y la alegría, pero al mismo tiempo la oscuridad y la tristeza: de la Marcha turca a La flauta mágica y del Réquiem a la Sinfonía 40 en sol menor. Mozart, con la sola fuerza de su empeño creativo, condujo a la humanidad a un estadio superior y sublime: al límite de lo humanamente concebible.

Por todo esto es que merecen un aplauso quienes han hecho posible que los mejores intérpretes de su música vengan a Colombia durante los cuatro días que dura el Festival. Hoy, como pocas veces hacemos en este espacio, nos damos el lujo de celebrar. Bienvenido el inmortal Mozart.

 

 

 
 

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