El año de los nacionalismos I: Los mares

Santiago Villa
31 de diciembre de 2012 - 11:00 p. m.

Durante el 2012, en cada continente hubo situaciones que escenifican los atributos contradictorios del nacionalismo.

“El Estado-nación es la naturaleza humana inflada a proporciones monstruosas”, sentencia un personaje en “El atlas de las nubes”, la novela del escritor británico David Mitchell. La recepción en Colombia del fallo de La Haya en torno a la disputa territorial con Nicaragua reveló un nacionalismo malsano. La noticia del año en el país (el inicio de los diálogos entre el gobierno y las Farc en Oslo), fue opacada de inmediato por la pérdida de entre 100.000 y 160.000 kilómetros de mar territorial ante Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia.

Aunque la Canciller María Ángela Holguín ya había advertido sobre el contenido del fallo desde comienzos del 2012, cuando se publicó la sentencia el país fue víctima de una histeria colectiva. El rabioso patriotismo colombiano tomó por sorpresa al presidente y a la canciller, y su abismal pérdida de popularidad llevó a Santos a tomar decisiones apresuradas, equivocadas e infantiles. En lugar de acudir a la diplomacia pragmática que lo distingue de su antecesor, Santos le propinó una patada al sistema internacional de justicia.

Uno de los mejores análisis de la reacción colombiana al fallo es una columna del nicaragüense José Sánchez (1), quien resalta la diferencia entre un Daniel Ortega conciliador, prudente, que invitó al diálogo y asumió el fallo sin triunfalismos; y un Santos empecinado en objetar e incluso desafiar la sentencia. En lugar de activar de inmediato un diálogo con Ortega para minimizar el impacto sobre los raizales, Juan Manuel Santos decidió enviar cartas arrebatadas a organismos internacionales y retirar a Colombia del Pacto de Bogotá, en una incomprensible exhibición de populismo nacionalista. Volvió a ser el “rufián del continente”, como durante su ministerio de defensa.

El objetivo de la reacción era evidente: manipular la indignación colectiva del nacionalismo para recuperar la popularidad perdida. En última instancia todo se reduce a dos opciones: hacer la guerra o acatar el fallo. Como Colombia no se irá a la guerra internacional, cualquier despliegue de bravura es una estrategia para recuperar capital político. Su faceta “uribesca” genera resonancias entre los colombianos nostálgicos por el expresidente.

Donde sí resulta más probable una guerra, o un amague de guerra, es en las antípodas del Caribe. En el mar del este de China se libra otra batalla por la soberanía sobre un territorio marítimo y unas rocas inhabitadas: las islas Diaoyu (como las llaman los chinos) o Senkaku (como las llaman los japoneses). Las tensiones entre Japón y China amenazan con estallar. China ya ha boicoteado los productos japoneses y ha impuesto sanciones económicas a su vecino. A esto se suma la participación activa de Estados Unidos para contener la influencia y el poder de China en Asia. Las disputas territoriales que países como Japón, Taiwán, Vietnam tienen con los chinos acontecen bajo la sombra de los portaviones y buques de guerra estadounidenses.

Según Stephanie Kleine-Ahlbrandt, responsable del departamento para China y el Nororiente Asiático del International Crisis Group en Pekín, el incendiario nacionalismo de los chinos ha motivado reacciones contradictorias en un gobierno que se mueve entre las maniobras militares intimidantes y la diplomacia, sin decidirse por ninguna de las dos (2).

El conflicto amenaza con convertirse en el primer enfrentamiento militar del siglo XXI entre China y Estados Unidos. A pesar de que los colombianos no estén satisfechos con el fallo de La Haya, este ejemplo demuestra cómo las controversias saldadas mediante las cortes internacionales, y no mediante las emociones nacionalistas locales, resultan más provechosas para la estabilidad del sistema internacional.

(1) Sánchez, José. “Histerismo colectivo en Colombia”. La Prensa. 3 de diciembre, 2012. "http://www.laprensa.com.ni/blog/2012/12/03/histerismo-colectivo-en-colombia.html"

(2) Kleine-Ahlbrandt, Stephanie. “Guerre des nationalismes en mer de Chine”. Le Monde Diplomatique. Noviembre, 2012. Pp. 10 – 11

 

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