El arte de cometer adulterio

Enrique Aparicio
23 de julio de 2017 - 03:40 a. m.

El dibujo que aparece en el You Tube relata la leyenda mitológica de Venus y su relación con Marte. Y va más o menos así, con la ayuda de mi imaginación:

Venus, la diosa del amor, estaba casada con Vulcano, el dios del fuego.  Venus, sin embargo, tuvo un romance con Marte, el dios de la guerra.

El engaño salió a la luz, ante la indignación de Vulcano, que forjó una red de bronce que colgó encima de la cama de Venus. 

Cuando Venus y Marte estaban desnudos, uno en los brazos del otro, haciendo ticky-ticky, Vulcano los atrapó en su red y los llevó ante los dioses. 

Vulcano se ve sombrío y enojado, haciendo un gesto con el que quiere recuperar a su honor.   Júpiter, el dios supremo, lo escucha, pero teme tener que devolver el tesoro que recibió como dote por la boda de su hija Venus.

A los otros dioses les resulta particularmente divertida la escena y la miran con placer no disimulado. 

La escena anterior está inspirada en “El Arte de Amar”, escrita por Ovidio, un poeta romano nacido en Sulmona en el 43 a.C..  Versado en los temas amatorios, algunos lo consideran pornográfico.  El problema en la vida real es que Ovidio era manilargo con algunas de sus seguidoras y decían que amaba tanto a su ego que quería a sus propios errores.  El caso es que el emperador Augusto, quien regentaba el imperio en ese momento, decidió desterrarlo a pesar de que en el pasado había recibido todo tipo de honores y prebendas.  El problema según parece fue que nuestro poeta decidió coquetearle a Julia, hija del gobernante, y la cosa le resultó mal hasta el punto que el suegro eventual decidió desterrarlo y nunca pudo volver a Roma.

Augusto se refería a sus escritos como ”El Arte de Cometer Adulterio” según dejó constancia uno de los traductores de la obra, Torquato Taso.  Debo reconocer que cada traductor del latín al español puede tener su propia versión.

El “Arte de Amar” está dividido en tres libros.  En el primero enseña dos cosas: los lugares donde se debían buscar las mujeres que se quisiesen amar y el modo de conseguir su corazón.  En el segundo se dan preceptos para que el amor sea duradero y en el tercero, hablando con las mujeres, les dicta las reglas para competir con los hombres convirtiendo la relación en una pasión, en una guerra entre ambos sexos.  

Sin embargo la idea no es hablar sobre Ovidio sino de un dibujo de ese gran pintor holandés del siglo XVII: Rembrandt, que con una imaginación prodigiosa recreó, muy a su manera, la escena del lío de Venus y Marte.

Hace unos días pudimos ver, en una exposición temporal en el museo Casa Cromhout en Ámsterdam, dibujos de Rembrandt y de otros grandes artistas como Rubens, Da Vinci y Van Dyck, que forman parte de la colección de pinturas, grabados y dibujos que el magnate del carbón Carel Joseph Fodor (1801-1860) le dejó en herencia a su ciudad… y de cierta manera al mundo.  La exposición temporal (ver You Tube), pequeña pero muy selecta, durará hasta 15 de octubre de 2017.  Más informes en: www.cromhouthuis.nl

Fuentes: Catálogo de la exposición y traducción de “El arte de amar” de Ovidio por Torquato Taso en 1837.

Que tenga un domingo amable.

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