El fenómeno de emigrar

Es probable que Vicente del Bosque, seleccionador y técnico de España, visite con más frecuencia Inglaterra, no solamente para ver fútbol, sino para poder conversar y seguir la huella a muchos de sus jugadores.

La razón es una. Quedaron para la Premier 33 jugadores de primera línea, y para la segunda división, 17 más. En total 50 futbolistas, entre quienes, con seguridad, al menos el 30% cumpliría con las exigencias de Vicente del Bosque.

El detalle es para decir que los equipos nuestros, de a poco, se van contagiando de ese fenómeno de la emigración. Por lo pronto, el Deportivo Cali hace cuentas y vuelve y cuenta, y por lo menos casi US$9 millones es la cifra global por el traspaso de los jugadores Jerson Candelo al Querétaro y de Rafael Santos Borré a España.

Puedo confirmar que Helmut Wening, con quien conversé, está por lo pronto en una especie de alianza con Jorge Mendes, el portugués mandamás en los grandes movimientos de jugadores en Europa. Esta unión, que quizás no sea temporal, por lo pronto se encarga del viaje de Santos Borré.

Sé que en el América también está en la puerta de salida Lucumí, un juvenil con cuya venta los diablos rojos ayudarían a cuadrar caja, y seguramente otros emigrarán mucho antes de concluir este torneo.

Ahora bien, así como Vicente del Bosque no puede ignorar el caso inglés, el técnico de la selección de Colombia, José Pékerman, también debería estar pendiente de estas primeras fechas en México, donde ya juegan el campeonato oficial, porque los de Europa aún se demoran para comenzar sus competencias. Mientras Camilo Zúñiga busca equipo, Pablo Armero y otros, en términos sensatos, están sin lo que llama ritmo. México y Colombia, ya en actividad, deberían ser los focos donde el seleccionador Pékerman vaya detectando a aquellos que bien podrían estar en la eliminatoria suramericana al Mundial de Rusia 2018. Hace casi un mes acabó la Copa América de Chile y es hora de ponernos a trabajar, ¿o no, Pékerman?