El Gran Colombiano

Desde que apareció en El Espectador la convocatoria para elegir El Gran Colombiano, entre 125 personajes ilustres, escogidos mediante encuesta por el canal History, era claro que se trataba de una elección abierta y libre.

Sin embargo, ni los propios promotores del proyecto –experimentado en varios países- se imaginaron la acogida que tendría en Colombia ni el resultado abrumador que finalmente tuvo. Contabilizar 1.132.183 votos es todo un acontecimiento histórico. 

Y así algunas personas –que piensan con el deseo- hubiesen querido que el ganador fuese alguien que a su juicio encajara en su ideal personal, el resultado final no podía ser otro distinto a quien el pueblo colombiano siente que se identifica con su idiosincrasia, sus costumbres, sus tristezas, alegrías, y aspiraciones. No había un formato indicativo para que los electores al votar se acogieran a unos requisitos predeterminados que los llevara a escoger a alguien que no se identificara con ellos. No, la invitación a votar fue abierta, democrática y sin condiciones.

Sin duda, la comunidad votante fue atraída por sus ideales y para ello tenía en la mira el modelo de país. Necesariamente el resultado tenía que salir del querer popular; y el formato diseñado por History se adecuaba a esa emoción. Por ello, la votación se ajustó al sentimiento del pueblo colombiano, y así tenía que ser.

Hoy, el título de “el gran colombiano” lo ostenta el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por muchas razones, entre ellas, la huella que dejó después de haber encontrado un país inviable y haberlo sacado del socavón; país en el que muchos colombianos habían perdido la esperanza. Además, el hecho de ser hoy el único presidente que logró la elección y la reelección sin atenuantes porque tanto su llegada a la Presidencia en 2002 como su ratificación en 2006, las obtuvo en la primera vuelta electoral. Pero, quizás la mayor motivación que tuvieron los electores a la hora de escoger entre Uribe y otros personajes destacados, como le ha ocurrido y le ocurrirá en cualquier otra elección, es el diálogo permanente con la comunidad; circunstancia que el ciudadano de a pie valora y premia. El pueblo colombiano ya está acostumbrado a ver en Uribe a un dirigente muy cercano, antes, durante y después de haber ejercido la Presidencia.
Desde luego, Uribe, como todo líder que se hace sentir especialmente ante quienes lo combaten, tiene contradictores y muy beligerantes. Y, precisamente, una vez conocidos los resultados de El Gran Colombiano, han salido a expresar sus emociones en su contra. Y también vimos como una coincidencia, casualidad o, porque no, un propósito de los organizadores, que los panelistas escogidos para hablar de los nominados, todos, unos más que otros, son malquerientes de Uribe; sin embargo, la escogencia del ganador se realizó a través de una elección popular y el resultado solo refleja esa libre voluntad de quienes acudieron a la convocatoria.

La masiva participación de los colombianos, en esta oportunidad, demuestra que El Gran Colombiano es cada hombre y cada mujer que expresaron mayoritariamente cuál de todos los 125 personajes encarna no solo la historia del país sino a su gente.

@emaciastovar