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El Maestro

Augusto Trujillo Muñoz
16 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

Nació un 13 de octubre, hace 123 años. Ejerció la presidencia de Colombia entre 1943 y 1944. Fue la conciencia jurídica de la República Liberal, la conciencia moral del país y la referencia inequívoca sobre el ejercicio de la ética en política. Se expresaba así:

“Una ilustre facultad de Derecho me confirió, hace ya muchos años, el título de abogado. Pero a estas horas, cuando mi vida toca los umbrales de la edad provecta, no he aprendido el arte mágico de transformar las sabias máximas de Gallo y de Papiniano en doblones para mi bolsillo… Tengo derecho a intervenir en este debate porque soy un abogado, pero un abogado sin pleitos. Un abogado que nunca se acercó a una oficina llevando en su imaginación un negocio fastuoso. Un abogado que viene a este debate sin rencores, sin tristezas, sin amarguras, señor presidente, porque la vida ha sido tan generosa conmigo, que me ha permitido llevar con desenfado, sin pesadumbre, el lujo exquisito de ser pobre”.

Con estas palabras el Maestro Darío Echandía inició un debate en el Senado de la República para defender su gestión y la del presidente Alfonso López, de quien era ministro de Gobierno. Idéntico a sí mismo, el Maestro vivió como pensaba. Cultor de los clásicos, profesor de filosofía del derecho, miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, el Maestro habitaba en el mundo de las ideas, pero siempre en función de sintonizarlas con la realidad. Juan Lozano y Lozano se expresó de él con estas palabras: “López inventa las cosas… Echandía les encuentra su precedente y su proyección para incrustarlas en una dialéctica erudita y contundente”.

Alberto Lleras fue uno de sus grandes amigos. A su juicio, el Maestro era mentor de un concilio de jurisconsultos, caracterizado por su falta de codicia y su devoción por la controversia, pero sobre todo por una sed infinita de creación. En ese concilio nació una escuela de pensamiento que construyó las instituciones constitucionales de 1936: la Escuela del Tolima. Inspirada por López, fue precursora del Estado social de derecho en Colombia. Sus miembros, hombres de leyes y hombres de Estado, casi todos oriundos del Tolima y todos miembros del liberalismo, concibieron, defendieron y proyectaron sobre el futuro de su país una concepción social del derecho y del Estado.

El Maestro Darío Echandía nació en Chaparral el 13 de octubre de 1897 y murió en Ibagué a los 92 años, después de una intensa vida pública. Al conocer su deceso, el expresidente Alberto Lleras dijo algo que produce complacencia, pero también asombro: “Habrá paz en la tumba de Darío Echandía. Lo que no habrá es paz en Colombia hasta tanto los herederos intelectuales y políticos del Maestro no vuelvan a ejercer aquí el magisterio de verdad, civilización y tolerancia a que aquel gran colombiano dedicó su vida”. Eso quiere decir que los liderazgos posteriores a la muerte del Maestro, hasta hoy, han sido inferiores a su compromiso histórico. Por Dios: a veces ser colombiano produce angustia.

@inefable1

* Presidente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia.

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UJUD(9371)16 de octubre de 2020 - 04:58 p. m.
Ser colombiano es un acto de fe ?
name(61569)16 de octubre de 2020 - 03:15 p. m.
¿A veces?
Atenas(06773)16 de octubre de 2020 - 02:48 p. m.
Y tan admirable legado del siempre recordado D. Echandia poco ha servido o imbuido al grueso de sus colegas jurisconsultos. Bástenos mirar la afrenta de encumbrados togados hoy miembros de arteros carteles de una justicia selectiva.
Francisco(82596)16 de octubre de 2020 - 01:41 p. m.
Hola, amigos. Lo que me pone a pensar es cómo un país con personajes tan eminentes como el doctor Echandía ha obtenido de la política resultados tan miserables como los que vivimos.
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