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El Planeta X

Hernán González Rodríguez
18 de septiembre de 2015 - 01:47 p. m.

El pasado 9 de septiembre revivió el diario Washington Post sus especulaciones con bases científicas sobre la existencia de planetas no descubiertos en nuestro sistema solar. A continuación algunos apartes del extenso, interesante y documentado artículo.

La existencia de Nibiru o el Planeta X lo comenzó a mencionar en 1940 un astrónomo chileno, Carlos Muñoz. En 1976, una de las pocas personas capaces de interpretar las tabletas sumerias, escritas hace 6.000 años en Irak, Zecharia Sitchin, dijo que en tales textos se alude la existencia de Nibiru, ‘el destructor’, planeta que se acerca a la Tierra cada 3.600 años.

Como es sabido, nuestro sistema solar es parte de la galaxia designada como La Vía Láctea. El 90% de las estrellas en esta galaxia tiene su estrella melliza. Nuestro sol tiene como su melliza una estrella llamada Némesis. A su vez, a Némesis la orbitan tres planetas, a saber: Nibiru, Helión y Arboda.

En 1990, Zecharia Sitchin entrevistó a Robert S. Harrington, del Observatorio Naval de los Estados Unidos en Nueva Zelandia, para discutir con él sobre sus descubrimientos recientes sobre el Planeta X. Harrington murió de cáncer en circunstancias sospechosas un poco después. Su esposa sostiene que lo asesinaron por diseminar tales informaciones. En 1992 dijo un científico de la Nasa: “los astrónomos estamos absolutamente seguros de la presencia de otro planeta en el sistema solar, lo único que nos falta es bautizarlo como Nibiru”.

Evidencia científica, según el Washington Post. La presencia del Planeta X en nuestro sistema solar podría tener implicaciones catastróficas al aproximarse a la Tierra. Este diario informó sobre su aparición desde 1983, cuando lo detectó el telescopio infrarrojo de la Nasa, cerca de la constelación de Orión.

El diario inglés, The Telegraph, mencionó en 2012 que la Nasa estaba estudiando a Némesis con su acostumbrado silencio, la estrella melliza del sol, y dijo que su cataclísmico Planeta X era cinco veces más grande que Plutón y que por su cercanía a la Tierra habían desaparecido los dinosaurios hace 65 millones de años por medio de las rocas, aerolitos potenciales, que orbitan a su alrededor.

Durante los últimos 2000 años el campo magnético que rodea la tierra, la magnetosfera, ha venido desapareciendo en forma dramática. El cáncer de piel es el efecto de este cambio extremo. El culpable bien podría resultar ser el Planeta X al aproximarse a la Tierra. Lo mismo se sospecha de los cambios climáticos y del incremento en el número e intensidad de los terremotos en años recientes.

Otros cambios no registrados, según el Laboratorio Appleton de California. El campo magnético del sol y sus tempestades solares se han incrementado notablemente desde 1901. Mercurio, el planeta más cercano al sol, tiene hoy casquetes polares helados. Venus ha incrementado su luminosidad 2.500%. Los casquetes polares de Marte se están derritiendo y se habla de gigantescas tormentas. Los anillos de Júpiter están cambiando de color y de radiación en forma errática. El pacífico Urano se ha tornado y más brillante y se están presentando violentas tempestades. A nuestra luna la rodea hoy una atmósfera de 6.000 kilómetros de un gas derivado del sodio llamado Natrium, que antes no existía.

 

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