El presidente de la ETB

Columnista invitado EE
23 de marzo de 2017 - 09:30 p. m.

Por: Alberto López de Mesa*

Durante este año, uno que otro amigo, vecino o allegado me ha dicho que renunció al servicio de la ETB por su pésima calidad. “Cada rato se va la señal de televisión, igual la internet”, repiten una y otra vez. Y no faltan las quejas por las deficiencias de la telefonía móvil y la mala atención al cliente. Es inevitable que salga a flote la ira. Lo que parece increíble y escandaloso es que una empresa dotada con red de fibra óptica para ofrecer 4G en cobertura nacional, banda ancha, televisión interactiva digital, esté ofreciendo tan mal servicio y los clientes deban abandonar la cuenta y tengan que pasarse a otros operadores.

Averiguando sobre las posibles causas de este exabrupto, me enteré que los del sindicato de trabajadores ya se resignaron a que la empresa se vende y ofician con desidia. Incluso, se ha generado, entre ellos, un mercado negro de acciones ofreciéndolas a precio de emergencia porque los augurios avisan la depreciación.

Ante esta situación, cualquiera se pregunta qué ha hecho el presidente de la ETB, Jorge Castellanos, para recomponer esta situación. Con embustes ha convencido a los medios de haber aumentado los ingresos en un 6%, desmiente a quienes lo acusan de prestarse para desprestigiar y devaluar la empresa más prospera de la ciudad, para que no haya dudas sobre la necesidad de venderla.

No hay duda de que Castellanos es un inepto. En su hoja de vida dice que es economista e ingeniero, con amplia trayectoria en el sector financiero, pero no ha sido capaz de poner la empresa a un nivel competitivo en el país, acorde con la tecnología que posee.

No se requiere demasiada astucia para entender que en la gestión de Jorge Castellano Rueda y de toda la junta directiva hay una componenda, un timo a la ciudadanía, toda vez que su comportamiento negligente impide el desarrollo de un patrimonio de la ciudad. Resignémonos a que trabajen para venderla. Pero peleemos para que no se enagene con las peores condiciones para negociar y los interesados lo compren a precio de huevo.

Sabemos que en unos años Jorge Castellano se ufanará de la gestión cumplida al frente de la ETB y sus secuaces igual. Si por mí fuera usaría la justicia indígena, la única que funciona, para calmar la indignación de ver cómo negocian con bienes que le pertenecen al pueblo.   

*Alberto López de Mesa, arquitecto y habitante de calle

 

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