Entidad emblemática del sector hospitalario colombiano, el Hospital San Vicente de Paúl, de Medellín, es una demostración más de que cuando se piensa en grande se logran obras grandes: “He resuelto fundar un hospital, pero un hospital grande, muy grande, que tenga siempre la capacidad suficiente para albergar a todo hijo de Antioquia y del resto del país que necesite de sus servicios”, así anunció don Alejandro Echavarría Isaza a sus hijos su determinación, que se concretó con la firma del acta de fundación el 16 de mayo de 1913.
En su edición conmemorativa, el periódico El Pulso trae un recuento histórico de la labor que ha desarrollado el hospital desde su creación. Su alianza con la Universidad de Antioquia ha sido esencial, tanto que desde 1959 se adicionó la palabra “universitario” al nombre del hospital. Un buen ejemplo de su labor es lo ocurrido con la nefrología, que nació en el hospital en 1957 por iniciativa de Jaime Borrero y Álvaro Toro, como lo relata el propio Borrero en su libro Medicina y humanismo: luego de haber realizado la primera diálisis en 1964, con un riñón donado por Fabricato, construyeron la primera unidad renal en un sótano abandonado, con el apoyo de gentes amigas, ya que el hospital atravesaba por una de sus crisis económicas.
Sin embargo, la diálisis resultaba muy costosa, por lo que decidieron fabricar un riñón artificial que hiciera la diálisis crónica costeable. No era fácil el reto: fabricar en aquellos años un riñón artificial en Colombia. Gracias a su empeño y al apoyo que recibieron de empresarios y profesionales, el riñón Grace, bautizado así en memoria de Graciela y Cecilia, las dos primeras pacientes en diálisis crónica, se utilizó entre octubre de 1967 hasta enero de 1976, e hizo posible iniciar el primer programa de diálisis crónica del país, que abrió las puertas a uno de los más exitosos del hospital San Vicente: los trasplantes.
Es merecida su reputación nacional e internacional como centro de trasplantes, ya que es el hospital que más los ha practicado en América Latina: 5.299 desde 1973, que incluyen riñón, hígado, médula ósea, corazón, páncreas, intestino delgado y tráquea. Hay que destacar además el segundo trasplante de laringe realizado en el mundo (2002), los primeros de tráquea el mismo año, de laringe-tráquea (2003) y de esófago (2005). Una trayectoria excepcional, que es apenas un ejemplo de los muchos que tiene el San Vicente en su historia en los distintos campos de la medicina.
Pero más allá, en el aspecto asistencial, no se puede imaginar a Medellín sin su servicio de urgencias, que es el más activo de la ciudad, sin sus 670 camas que viven ocupadas por pacientes que acuden en busca de sus servicios o sin su ayuda a las gentes más pobres de la ciudad.
La creación de Corpaul hace 40 años ha sido fundamental para que el San Vicente haya podido sobrevivir a una cartera que habría quebrado a muchas grandes empresas y para que haya podido continuar su impresionante labor social y sus nuevos desarrollos.
Desde el 7 de octubre de 2011 abrió sus puertas Centros Especializados de San Vicente Fundación, la nueva sede en Rionegro del San Vicente, que es el hospital más moderno de Colombia, el único con certificación ambiental LEED, diseñado para la medicina del siglo XXI, que señala desde ya la ruta del futuro.
El Hospital San Vicente de Paúl, que merece la gratitud y el reconocimiento de todos los colombianos, es un ejemplo del aporte del sector hospitalario a la sociedad y la demostración de que los hospitales son y seguirán siendo siempre el epicentro de cualquier sistema de salud.