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Energía limpia y ciudades sostenibles

Juan Pablo Ruiz Soto
20 de noviembre de 2012 - 11:00 p. m.

La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó 2012 como el Año internacional de la energía sostenible para todos.

Esta declaración tiene tres objetivos principales: a) asegurar el acceso de la población del planeta a servicios energéticos modernos; b) doblar la tasa de mejora en eficiencia energética y c) lograr que el 30% de la energía que usemos, provenga de fuentes renovables. Hoy, el 21% de la población del planeta no tiene acceso a fuentes modernas de energía y el 42% tiene acceso a energía proveniente de quema de biomasa y carbón, dos fuentes que generan un fuerte impacto ambiental.

Colombia está aumentando el nivel de consumo per cápita de energía y de manera lenta avanzamos en la iniciativa de generar la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono, cuyos impactos prácticos aún parecen distantes. De los temas planteados por Naciones Unidas, el único en el cual hay avances es el relativo a la interconexión eléctrica, pues cada día hay más colombianos conectados a las redes de energía eléctrica.

Algunos gobiernos locales han diseñado e iniciado la ejecución de proyectos que nos ayudan a ejecutar el llamado de Naciones Unidas en términos de eficiencia en el uso del recurso y utilización de fuentes renovables. La Alcaldía Mayor de Bogotá ha anunciado que en su proyecto de densificación e impulso de la construcción de viviendas de interés prioritario —en el centro ampliado de la ciudad— se usará energía solar como fuente complementaria para las viviendas. Adicionalmente está impulsando el uso de carros eléctricos. La Secretaría de Movilidad se propone desarrollar una red de estaciones de recarga y que al menos 50 taxis —de los que se mueven en la capital— sean eléctricos el año entrante. Así demostrará la viabilidad de esta modalidad.

Hay otras formas indirectas para hacer un mejor uso de la energía. Una de ellas es fomentar el uso de la bicicleta. La Alcaldía ha anunciado que para el final del cuatrienio habrá incrementado la red de ciclovías en casi un 30%, con 145 nuevos kilómetros. Hoy, los eternos trancones de Bogotá son un incentivo para optar por la bicicleta. En muchos tramos, la bicicleta puede significar desplazarse en un 1/3 del tiempo que empleamos al transportamos en vehículos particulares. Sin embargo, no es suficiente con solo aumentar la red de ciclovías, es indispensable incrementar los servicios de parqueo, para que la bicicleta sea una mejor opción. Simultáneamente se debe mejorar el control para disminuir la contaminación por fuentes móviles, pues aún vemos buses, busetas y autos particulares que son verdaderas chimeneas móviles que agreden la salud urbana. Su circulación debería suspenderse y su sanción ser tan efectiva como la aplicada a conductores ebrios, por razones similares de interés público. En esto vemos mucha laxitud de parte de la administración distrital.

Dos mecanismos indispensables —en los que avanzamos lentamente— son la densificación de la ciudad para acortar los períodos de desplazamiento y la mejoría de la movilidad mediante el incremento de oferta del transporte masivo. Como vamos, vamos andando, pero muy lentamente. Debemos incrementar los incentivos para mejorar el uso y sostenibilidad de nuestras fuentes energéticas y construir ciudades más sanas y sostenibles.

Para conocer formas de ahorro de energía en los hogares, consulte la página www.energia2012.es.

 

 

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