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“Si no tienes confianza, siempre encontrarás una forma de no ganar”: Carl Lewis.
El Cali, luego de su irregular temporada pasada, en el actual torneo debe tener muy grandes expectativas, y para ello conformó una nómina buena que le permita conseguir lo propuesto. En su primera presentación en la Liga Águila, contra el Envigado, dejó dudas sobre su funcionamiento. Sus refuerzos no estuvieron en su mejor nivel, pero tienen con qué salir adelante. En su segundo partido, sin embargo, goleó 4-0 a Huila.
La valentía es una sensación o una actitud que sólo los seres humanos pueden tener, ya que supone cierta racionalidad sobre situaciones en las que un animal actuaría normalmente por instinto. Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza.
El técnico Mario Alberto Yepes tiene la misión de poner a jugar bien a su equipo y conquistar la décima estrella. Debe hacer un análisis multifactorial de lo que le pasa a su equipo, para plantear las acciones correctivas, en lo táctico, técnico, físico y mental, porque es un hombre del fútbol y conoce su oficio. Aunque le falta experiencia como técnico, es una persona líder, conoce el medio y seguramente buscará las opiniones de personas cercanas para recibir sugerencias que le puedan servir.
En lo que respecta a la nómina de jugadores, una buena base del año pasado, se conocen, hay juveniles con experiencia y jugadores de recorrido que son los llamados a sacar adelante este proyecto deportivo, ratificando en el terreno de juego por qué están jugando en un equipo histórico del fútbol colombiano.
Los refuerzos, entre ellos Jéfferson Duque y Nicolás Albarrán, deben mostrar por qué fueron contratados por esta gran institución.
El conjunto caleño tiene con qué mejorar en todo sentido, incluyendo a su gran afición exigente, que lo acompaña y lo apoya permanentemente para verlo en los lugares de privilegio.