Fútbol enfermo

Antonio Casale
21 de enero de 2014 - 09:45 p. m.

Mientras la patria deportiva sigue disfrutando de la clasificación al Mundial de Fútbol de Brasil, la fiesta de los atropellos en el ámbito interno sigue su curso.

Muchas cosas extrañas están sucediendo y es necesario que se sepan.

El campeonato “profesional” comienza el viernes. Los jugadores están siendo obligados a firmar un documento para poder inscribirse en el torneo según el cual, en caso de tener problemas contractuales, es decir, sufrir atrasos en sus pagos, pan de cada día en nuestro fútbol, se comprometen a no acudir ante la justicia ordinaria. Solamente en caso de agotar todas las instancias deportivas locales podrán acudir al TAS (Tribunal de Arbitramento Deportivo, en Suiza), lugar que exige altas sumas de dinero para actuar. Lo anterior quiere decir que los jugadores están siendo presionados para que firmen un documento que los deja absolutamente indefensos ante las ya tradicionales ilegalidades laborales que cometen los dueños de los equipos. Algunos de ellos, en su afán por trabajar, han accedido a firmar dicho papel. De esta manera, los directivos quedan exonerados de cumplir con sus obligaciones y nada ni nadie los obligará a estar al día con los pagos de nómina y seguridad social.

Mientras tanto, el Pereira, el Expreso Rojo, el Cúcuta y el Pasto continúan sin ponerse al día con sus jugadores. Algunos de ellos pasaron la Navidad con serias dificultades para poder cumplir con sus familias. Eso sí, todos han contratado “refuerzos” para la temporada que comienza. Total, ya no habrá Dios ni ley.

Pero en la otra orilla, la de los equipos ricos, también hay problemas. Nadie se explica por qué a Millonarios sólo le sirven jugadores que vengan a préstamo. El equipo más taquillero de Colombia no tiene con qué adquirir los derechos deportivos de los jugadores que quisiera y mereciera tener. Una de dos: o el fútbol colombiano es tan mal negocio que ni Millonarios puede invertir lo que debiera y pudiera según sus ingresos de los últimos dos años, o es cierto que Juan Carlos Ortiz necesita el dinero producto de las utilidades de la institución para cubrir sus deudas. Lo cierto es que la nómina que va a presentar el equipo azul en este semestre cuesta mucho menos de lo que sus hinchas habitualmente invierten.

A lo anterior hay que sumar el brutal silencio en torno a la violencia entre barras. Se acabaron las vacaciones y nadie propuso algo en torno al tema. Las autoridades seguirán siendo reactivas y no propositivas. Ojalá no contemos más muertos este año, pero la cosa no pinta bien.

Sí, Colombia está de fiesta por la clasificación al Mundial. Pero no se puede tapar el sol con un dedo. El campeonato interno sigue enfermo y no quiere ir al médico.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar