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Fútbol indigente

Iván Mejía Álvarez
22 de febrero de 2015 - 03:00 a. m.

Es evidente que la Federación Colombiana de Fútbol hace un magnífico trabajo en la parte de mercadeo y viene explotando comercialmente al máximo la excelente imagen internacional que tiene la selección nacional.

Es evidente que la Federación Colombiana de Fútbol hace un magnífico trabajo en la parte de mercadeo y viene explotando comercialmente al máximo la excelente imagen internacional que tiene la selección nacional.

Nadie lo duda: los patrocinios se han incrementado, los costos para los beneficiarios de utilizar la franquicia son cada día más altos y la conclusión es una sola: una Federación rica, poderosa económicamente, cuyas cuentas y manejos sólo conocen ellos, los dirigentes.

¿A la Federación quién la ronda, quién la vigila, quién le ausculta sus manejos económicos? Nadie, absolutamente nadie, porque al menor asomo de intervención gubernamental de inmediato aparece la Fifa y lanza la archiconocida proclama de la desafiliación. Ergo, esa plata es de los dirigentes, para los dirigentes, y nadie tiene poder para saber cómo se maneja el dinero del fútbol. Además, poner al Gobierno a vigilar es como poner a los ratones a cuidar el queso.

La pregunta obligatoria es si la Federación está reinvirtiendo en el fútbol de Colombia el dinero que le entra por cuenta de los futbolistas. Y la respuesta es negativa, totalmente negativa.

No se ve una labor de capacitación a cualquier nivel. No se realizan cursos de entrenadores, hace muchos años no se traen técnicos famosos para dictar seminario. No se trabaja en la capacitación de los árbitros y, al igual que con los técnicos, la tarea es insuficiente y por eso salen pocos y mal preparados. Tampoco se gestiona una preparación adecuada para los mismos dirigentes, empíricos y con pocos conocimientos administrativos, generalmente tipos con plata, pero con poca educación y ligeros de manos. Llegan por amor al equipo y algunos porque saben que al menor descuido salen con los bolsillos llenos.

Bedoya se defiende diciendo que todo el dinero que le llega a la Federación se va en las selecciones nacionales a todo nivel. Me niego rotundamente a creer que ese montón de billete de derechos de televisión, patrocinios, juegos internacionales, auxilios Fifa, etc., se gaste en las selecciones nacionales. Sencillamente no lo creo.

Así pues, que sigan guardando, atesorando en bancos extranjeros y que el fútbol base siga desangrándose y en medio de la penuria. Que sigan cuidando la llave de las cajillas de seguridad en Suiza mientras no hay cómo ayudar al fútbol. Una Federación multimillonaria y un fútbol indigente, vaya particularidad.

 

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