Gobernabilidad y cibernética (III)

Hernando Roa Suárez
04 de junio de 2013 - 11:00 p. m.

Cibernética, gobernabilidad y política.

Un camino para correlacionar la política con la cibernética y sus múltiples conexiones, no las únicas, puede ser el trabajar los componentes de la voluntad política, el poder político, la política de desarrollo y la misión de la política 1 . Veámoslos en forma sintetizada. 

La voluntad política. Esta “puede entenderse como la puesta en acción de datos propuestos por el pasado de un sistema formulador de decisiones, de modo de contrarrestar la mayor parte o toda la información recibida en ese momento en su ambiente2” . Implica, ciertamente, “la prioridad operativa de los datos anteriores a la decisión sobre los datos posteriores a ésta”. Y puede concebirse “como un alivio de la carga psicológica que implicaría seguir formulando decisiones”. Pienso que una percepción actualizada de la voluntad política, es querer hacer las cosas, con la mediatización de información confiable.

El poder político. La noción de voluntad, está íntimamente ligada a la de poder político. Y éste puede ser entendido, en un sentido sencillo, como “la capacidad de actuar según su carácter, cualquiera que éste sea”. También, en sentido amplio, “la capacidad para explicar una preferencia particular en el comportamiento, o para alcanzar un objetivo particular, con la misma pérdida de capacidad para elegir un comportamiento diferente, o buscar un objetivo diferente”. En estas acepciones, puede verse la relación existente entre el poder, la voluntad y la política de desarrollo, que veremos a continuación.

La política de desarrollo. Conocemos que, en sentido general, se acepta que misión o tarea de la política es alcanzar el bien común. Buscando precisar en qué consiste éste, puede sostenerse que es alcanzar como mínimo, la supervivencia de la familia, la comunidad, pueblo o nación. Ahora bien, ello implica “el reconocimiento de que el desarrollo, la adaptabilidad y la capacidad de aprendizaje, son esenciales para la supervivencia de una sociedad y una cultura”.

Dimensiones de desarrollo de un sistema político. Las dimensiones de desarrollo de un sistema político, para el enfoque cibernético, pueden sintetizarse en: i- Recursos humanos. ii- Desarrollo económico. iii- Reservas operativas en el sistema. iv- Aumento de la autonomía o de la autodeterminación. v- Capacidad de cambio de sus pautas de comunicación y organización. vi- Aumento en la capacidad de cambiar de objetivos en el ámbito de diferentes fines que es capaz de elegir y buscar la sociedad, la cultura o el sistema político; y vii- La acción recíproca entre las dimensiones de desarrollo de la organización y el de los individuos y de los subgrupos más o menos autónomos que la componen. Teniendo en cuenta los aspectos nacionales e internacionales, que conllevan las dimensiones del desarrollo, notemos que: “Un desarrollo combinado del poder y la conciencia de los límites, de la profundidad de la memoria y la apertura a nuevos ámbitos de información, del ingenio y la creatividad social, intelectual y emocional y de la capacidad para el comportamiento integrativo, puede resultar, en conjunto, muy favorable para la supervivencia internacional”.

Misión de la política. Acelerar la innovación que se necesita. Para quienes hemos tenido  la oportunidad de reflexionar, en torno a aspectos teóricos y prácticos de la política, está clara su importancia tanto como disciplina científica como arte de gobernar para el bien común. Desde el punto de vista de la perspectiva cibernética, es significante el papel que la política desempeña en el proceso de la toma de las decisiones. Más aún “si definimos el sector básico de la política como el de las decisiones que pueden hacerse cumplir coactivamente o, con más precisión, de todas las decisiones respaldadas por alguna combinación de probabilidades significativas de asentimiento voluntario y coacción, la política se convierte en el método por excelencia que permite asegurar el tratamiento preferencial de los mensajes y las órdenes, y la redistribución de los recursos humanos y materiales, y aparece entonces como un instrumento fundamental para retardar o acelerar el aprendizaje social y la innovación, funciones para las cuales se le ha empleado en el pasado”. Ahora bien, no olvidemos que la actividad política puede servir tanto para producir innovaciones, avances y aún dirigir procesos de cambio radical, como para preservar valores, prácticas, comportamientos y procesos conservadores del orden establecido. Observando los procesos de las democracias occidentales especialmente después de la segunda mitad del decenio del cuarenta, es útil hacer notar tres grandes técnicas dirigidas a acelerar los procesos de innovación política: “La regla de la mayoría, la protección de las minorías y la institucionalización del disenso”. 

La regla de la mayoría, al estilo occidental, permite que el cambio se lleve a cabo con mayor rapidez que cuando las pautas políticas exigen la unanimidad como es frecuente dentro de las aldeas de Oriente. En relación con la protección de las minorías, tiene la especial ventaja de que se “puede evitar que las tasas de cambio impuestas por la mayoría quiebren la integridad y la dignidad de los individuos o grupos disidentes, o rompan los lazos y canales de comunicación que mantiene la cohesión social”. Pensando en la institucionalización del disenso y el establecimiento de canales que permitan la expresión de la crítica y la autocrítica, observemos su utilidad para la protección de los intereses de las mayorías y los procesos de cambios democráticos. Estas tres técnicas reforzadas “por modos de pensamiento altamente conscientes, analíticos, críticos y combinatorios, proporcionan a las sociedades y sistemas políticos de Occidente, una infrecuente y amplia serie de recursos e instrumentos para el rápido aprendizaje social y la innovación”.

Gobernabilidad y cibernética. Tomemos distancia y observemos que el conjunto de los instrumentos tecno-sociales, disponibles en nuestros días y sus posibilidades de aplicación para el conocimiento de la política y el proceso de toma de decisiones societales, son fundamentales para los procesos de comunicación y control y facilitan que un volumen mayor de personas intervengan con conciencia informada en la vida política. Me inclino a pensar que cuando la política es usada para profundizar los procesos de participación societal y el fortalecimiento de las instituciones democráticas, contribuye con eficacia a impulsar y consolidar los procesos de desarrollo. Notemos cómo los vertiginosos avances de la cibernética son muy útiles para la comprensión de la ciencia y la tecnología actuales. Por sofisticados que ellos sean, no debe olvidarse que están colocados al servicio de la inteligencia, el conocimiento y la transformación de los distintos sistemas políticos contemporáneos. Mas también, observemos que los gobernantes deben crear condiciones para que la política facilite la comunicación entre los ciudadanos mediante la información oportuna y la institucionalización de la participación en el proceso de la toma de las decisiones. Y una pregunta final: ¿olvidaremos que uno de los componentes sustantivos de la gobernabilidad democrática nos es dado por la eticidad que debe existir en la comunicación entre el gobernante y los gobernados?

roasuarez@yahoo.com

1.Por ejemplo, obsérvese el impacto de Contadora en el manejo norteamericano de la crisis centroamericana y del Caribe.

2. Para ampliar los textos que aparecen entre comillas en adelante, véase el texto pionero de Karl Deutsch. (1969) Los nervios del gobierno. Paidos. Buenos Aires.

Bibliografía mínima

Anzola Castillo, Iván E. (2000), Teoría de la organización: de los clásicos a la cibernética. Solórzano Editores. Bogotá. Bertalanfy, Ludwing Von. (1979) Teoría general de los sistemas. Alianza Editorial. Madrid. Camacho Fernández, Sandra. (2001), Transformación organizacional con visión cibernética: una oportunidad y un desafío para mantener ventajas competitivas sostenibles en la sociedad del conocimiento y la economía globalizada. Uniandes. Bogotá. C.e.p.a.l.. (2009) La sociedad de la información en América Latina y el Caribe: Desarrollo de las tecnologías para el desarrollo, Wilson Peres y Martín Hilbert (eds.) Santiago de Chile. C.e.p.a.l.; Enredos. (2009) ¿Quo vadis, tecnología de la información y de las comunicaciones?, Matín Hilbert y Osvaldo Cairó (eds.), C.e.p.a.l./Mayol, Colombia. Galindo, Jesús. (2005) Hacia una comunicología posible. San Luis Potosí, México: Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Martínez Rincón, Juan Santiago. (1999), Análisis de la estructura funcional y del desarrollo humano en el área de informática corporativa de Ecopetrol: valoración desde el enfoque cibernético. Uniandes. Santafé de Bogotá. Matiz Camacho, Hernando. (2004), Simulación cibernética en la enseñanza de las ciencias de la salud: Guías de procedimientos médicos. Universidad El Bosque. Bogotá. Patiño, José Félix. (2003), Computador, cibernética e información. Panamericana Editorial. Bogotá, D.C. Roa Suárez, Hernando. “La importancia de la política”, en elespectador.com, Bogotá, noviembre 27 de 2006. Romero Ramírez, Mauricio. (2007), Diagnóstico cibernético organizacional y rediseño con Tics Schott Envases Farmacéuticos. Uniandes. Bogotá. Tolosa Guzmán, Guillermo Enrique. (1997), Reformulación del sector energético colombiano dentro de un enfoque cibernético. Uniandes. Bogotá. United States Institute of Peace International. (1994) The future of global governance: managing risk and change in the international system. Washington, D.C. Wiener, Norbert. (1979) Cibernética. New York. 

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