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Gobernabilidad y nuevos tipos de gobierno

Hernando Roa Suárez
26 de febrero de 2013 - 11:00 p. m.

Un análisis comprensivo de la gobernabilidad democrática contemporánea nos indica que, una de sus aplicaciones prácticas, ha sido facilitar el diseño de nuevos tipos de gobierno.

Para tal efecto, presentaré diez orientaciones generales significativas, que nos permiten entrever cómo configurar un gobierno dinámico e insertado en la modernidad I.

i- Organicemos un gobierno catalizador. Navegar en vez de remar. Los gobernantes deben ser catalizadores y emprendedores de acciones que combinen, cuando sea posible, los intereses público y privado. Veamos dos ejemplos: La campaña cívica y recreativa emprendida por Rodrigo Escobar en Cali, permitió elevar la cultura cívica de la población y abrir espacios para la sana diversión de distintos sectores sociales. Durante su gestión como alcalde de Cali, se propuso fomentar e institucionalizar una cultura cívica que pudo colocarse de ejemplo para el país. En efecto, frente al desorden existente en torno a los paraderos de los buses logró, mediante la persuasión y una sólida campaña educativa, que los caleños tomaran y se apearan de los buses sólo en los sitios señalados previamente. Detrás de este ejemplo se pudo observar cómo, la población bien orientada, cambió un hábito desordenado. Política similar adelantó en relación con el aseo de la ciudad y la consciencia cívica caleña reaccionó muy bien, con el apoyo del sector privado, hasta convencerse de que “el aseo es salud”. Complementariamente, conocedor de la antigua sentencia de Juvenal: “mente sana en cuerpo sano”, impulsó una serie de centros y piscinas públicas, que cambiaron el ambiente recreativo de la ciudad. También, la recuperación de una gestión administrativa honesta, que replanteó la credibilidad pública en el gobierno, como sucedió con la gestión de Lucho Garzón en Bogotá (2004-2007).

ii- Necesitamos un gobierno comprometido con la comunidad, que fortalezca su presencia, capacidad de decisión y realice acciones eficaces. Por ejemplo: La labor emprendida por el PNR (1986-1990) en varias regiones de Colombia. A través de su gestión, se impulsaron amplios sectores de la comunidad, que pudieron intervenir y autogestionar proyectos que beneficiaron sectores tradicionalmente olvidados. Por ejemplo, la labor adelantada en el occidente de Boyacá en 1987, favoreció la creación de un espíritu de paz que aún perdura en nuestros días. Así mismo, el apoyo dado a los proyectos provenientes de necesidades específicas de las veredas, facilitó la presencia directa del Estado en la comunidad, con todas las consecuencias que de allí se derivan.

iii- Impulsemos un gobierno competitivo, que introduzca la competencia en la prestación de los servicios públicos. Por ejemplo: La posibilidad que se dio para que coexistan los Fondos de Cesantías y el Fondo Nacional del Ahorro. También la coexistencia del aseo público y privado. En relación con el Fondo Nacional del Ahorro, es notable el cambio en la organización de sus oficinas y la agilización y sistematización de los trámites respectivos. En cuanto al aseo privado, en el caso de Bogotá, fue importante el cambio en la prestación del servicio. Obsérvese que en nuestros días se están haciendo reestructuraciones significantes al respecto.

iv- Organicemos el gobierno por misiones. Transformemos los órganos negativamente burocratizados. Por ejemplo: la Corporación Calidad y el Museo de los niños, permitieron realizar proyectos eficaces y eficientes. v- Concretemos un gobierno de resultados, en el que las instituciones que demuestran eficiencia y manejo eficaz de los recursos públicos, sean fortalecidas. II. Hay que dar importancia a la generación y al ahorro de recursos, no simplemente gastarlos, o más aún, invertirlos inútilmente. Veamos ejemplos internacionales: al paso que los Juegos de Montreal, generaron una deuda pública de US$ 1.000’000.000; los Juegos Olímpicos de los Ángeles dieron un superávit de US$ 225’000.000. Ecopetrol puede ser un caso que, en muchos aspectos de su desarrollo organizacional, formación de recursos humanos y relaciones con la comunidad, tiene resultados que merecen ser estudiados. La primera empresa del país, junto con el Banco de la República, son dignas de ser imitadas por las empresas públicas eficientes y eficaces.

vi- Cristalicemos el gobierno al servicio de los usuarios. Los gobiernos democráticos deben justificar su existencia colocándose al servicio de los ciudadanos. El gobierno está para atender las necesidades de la ciudadanía y no de los burocrateros y negociantes clientelistas que han hecho perder la respetabilidad de la burocracia. Hay que evitar la tramitomanía a que frecuentemente es sometido el ciudadano cuando va a solicitar un servicio público. Por ejemplo: La organización y funcionamiento de la Oficina de Pasaportes del Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá, es una solución de eficiencia al servicio del usuario. Las antiguas «colas», demoras, desorganización y tramitomanía, fueron abolidas. Hoy, el pasaporte es entregado en pocas horas. Igualmente ocurre con la tramitación del Certificado de Antecedentes ante la Procuraduría General de la Nación.

vii- El gobierno debe ser emprendedor. Es conveniente financiar las instituciones por sus resultados y no por las expectativas que han creado. Es recomendable medir los resultados, para distinguir el éxito del fracaso. Si no se ve el éxito, es imposible premiarlo. Por ejemplo: Las experiencias de Colciencias, en la financiación de tesis de posgrado, fueron estimulantes y tuvieron positivos efectos. Así mismo, la fundación de la primera Escuela de Alto Gobierno en la ESAP en 1997, marcó un hito que aprestigió a Colombia en el contexto europeo e iberoamericano. Gracias a su fundación, organización, programas y realizaciones, los asistentes al Encuentro iberoamericano de responsables en materia de administración pública, organizado por el Ministerio de las Administraciones Públicas (MAP), la Fundación Instituto Iberoamericano de Administración Pública (FIIAP) y la agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) celebrado en Cartagena entre el 7 y el 11 de noviembre de 1998, solicitaron al gobierno de Colombia su apoyo para asesorar a los gobiernos de Centroamérica y el Caribe para organizar Escuelas de Administración Pública y Alto Gobierno.

viii- Concretemos un gobierno preventivo. Prevenir es mejor que curar. Educar en lugar de reprimir. Veamos algunos ejemplos: Para tratar las enfermedades, con frecuencia se han construido hospitales (Santa Marta, Tunja), sin la dotación correspondiente y después de varios años de no utilización, se han tenido que hacer reparaciones locativas y jubilar personal, sin que aún se hubieran dado al servicio público. Para combatir el crimen, se aumenta la fuerza de la policía, pero se ha olvidado la presencia efectiva del Estado y su acción directa sobre la comunidad, en torno a la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población. III.
Otro caso fue la falta de presencia estatal ampliada en Arauca, (1982-1986...), facilitó ciertas fortalezas de la subversión que, mediante «vacunas» y secuestros, extendió su radio de acción. ¿Será cierto que esa falta de presencia en los últimos tres decenios, facilitó la eclosión social, presentada en el país, en los primeros seis meses de 1986, en el suroriente colombiano? ¿Cuál fue el costo político para el Estado y para el gobierno de esas acciones? ¿Y cuánto le ha costado a la democracia colombiana y a su Estado el escándalo de la parapolítica que se hizo evidente a partir de enero del 2007? En la medida de lo posible es conveniente buscar invertir la actitud gubernamental, en el sentido de no apagar «incendios» sino evitar que ellos se produzcan.

ix- Es necesario descentralizar el gobierno. Lo indicado es impulsar la participación y el trabajo en equipo, en las distintas instancias de decisión. Los ejemplos de la elección popular de alcaldes y gobernadores y las medidas de manejo presupuestal correlativas, han sido muy útiles. Se prevé que en el futuro este proceso facilitará renovaciones políticas significativas. Mas ellas no bastan; es conveniente crear una nueva conciencia que permita tener gobiernos locales, eficaces y eficientes, trabajando en equipo en torno a proyectos específicos; y x- Es recomendable combinar los mecanismos del mercado con los mecanismos puramente burocráticos. IV. Como se ha sostenido, el problema contemporáneo no es más o menos Estado o Estado vs. mercado, sino Estado eficiente que estudia las condiciones específicas del mercado en cada caso. Por ejemplo: las médicas descalzas, se promovieron para ser pagadas por la comunidad y terminaron siendo pagadas por los hospitales locales. roasuarez@yahoo.com

P.S. Con el presente artículo inicio una serie de artículos vinculados al tratamiento sistemático de la gobernabilidad contemporánea.
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I. Algunos de los planteamientos aquí formulados están basados en el enfoque de Osborne y Gaebler (1994). Reinventando o
Governo. ENAP, Brasilia, que he adaptado a la realidad colombiana.
II.Como ocurrió con la ESAP, en el intervalo 1996-1998. Véase ROA, Hernando. Informe de Gestión. pp.77-83
III.Obsérvense los cambios efectuados en esta Institución bajo la dirección del General Oscar Naranjo.
IV.Me permito insinuar la conveniencia de correlacionar el conjunto de estos caminos, para mejorar los gobiernos (locales, departamentales y nacionales), con las propuestas para el fortalecimiento del proceso descentralizador y las alternativas planteadas a la problemática de la paz, consignados en el artículo del autor. COLOMBIA POLÍTICA. Ensayos y escritos. Javeriana-Ibáñez, Bogotá, pp. 427-464.
 

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