Les pedí a varios amigos míos que confeccionasen una lista con las cosas que las personas que se dicen “normales” han de cumplir a rajatabla. Termino aquí con este inventario de costumbres absurdas:
25] A bordo de un transporte público, nunca mirar directamente a los ojos de la gente, pues tal cosa podría entenderse como un intento de seducción.
26] Al entrar al ascensor, mantenerse orientado hacia la puerta de salida y comportarse como si no hubiera ningún otro ser humano allí dentro, por muy abarrotado que esté el lugar.
27] Jamás reírse a carcajadas en un restaurante, por muy buena que sea la historia.
28] En el hemisferio norte, elegir la ropa que se lleva de acuerdo con la estación del año: brazos desnudos en primavera (por mucho frío que haga) y jersey de lana en otoño (aunque haga mucho calor).
29] En el hemisferio sur, llenar el árbol de Navidad de algodón, aunque el invierno no tenga nada que ver con el nacimiento de Cristo.
30] Cuando alguien llega a mayor, creerse dueño de toda la sabiduría del mundo, aunque muchas veces no se haya vivido lo suficiente para reconocer lo correcto.
31] Ir a una feria de beneficencia y pensar que con eso ya se ha hecho bastante para acabar con las desigualdades sociales del mundo.
32] Comer tres veces al día, aunque no se tenga hambre.
33] Creer que los otros siempre nos superan en todo: son más atractivos, más competentes, más ricos, más inteligentes, etc. Es muy arriesgado aventurarse más allá de las propias limitaciones: lo más conveniente es no hacer nada.
34] Hacer del coche un medio para sentirse poderoso y capaz de dominar el mundo.
35] Soltar improperios en el tráfico.
36] Pensar que todo lo malo que hace el hijo de uno es por culpa de las malas compañías.
37] Casarse con la primera persona que dispone de cierto estatus social. El amor puede esperar.
38] Repetir continuamente “Yo al menos lo intenté”, aunque en realidad no se haya intentado absolutamente nada.
39] Postergar las experiencias más interesantes de la vida para cuando ya no quedan fuerzas para llevarlas a cabo.
40] Huir de la depresión con fuertes dosis diarias de televisión.
41] Pensar que todo lo conquistado se puede dar por seguro para siempre.
42] Creer que a las mujeres no les gusta el fútbol y que a los hombres no les gusta la decoración.
43] Echarle al gobierno la culpa de todo.
44] Estar convencido de que ser una persona buena, decente, educada, conlleva que los demás la consideren débil, vulnerable y fácilmente manipulable.
45] Estar igualmente convencido de que la agresividad y la descortesía en el trato con los otros equivale a tener una personalidad poderosa.
46] Tener miedo de la fibroscopia (los hombres) y del parto (las mujeres).
47] Por último, creer que la religión de uno, además de la única dueña de la verdad absoluta, es la más importante, la mejor, y que todos los seres humanos de este inmenso planeta que crean en cualquier otra manifestación de Dios están condenados al fuego del infierno.