Inyectarle pasión a lo que hacemos

María Claudia García
24 de marzo de 2017 - 02:00 a. m.

El torbellino de reuniones, emails, mensajes y llamadas que tenemos cada día nos hace ir por la vida ocupados en el tráfico y en la cotidianidad. Nos aleja mucho de los sueños que teníamos y se convierte en nuestra cotidianidad. Para mí es momento de hacer un alto en el camino y hacer una radiografía de mis días e inyectarle pasión a cada cosa que hago.

Qué bien se siente cuando llegamos a algún lugar y se esmeran por hacer de nuestra estadía una experiencia maravillosa, eso pasa únicamente cuando quien te recibe o te atiende tiene actitud de servicio, y no es otra cosa que el amor con que hacemos las cosas en nuestra cotidianidad, es el amor por tu prójimo expresado de la forma más agradable y sincera. Cuando amas a alguien no escatimas en atenciones para esa persona, la quieres cuidar y proteger de todo lo malo. Cuando realmente amas a alguien disfrutas cada instante y cada momento que pueden compartir juntos.

Qué tal si cumpliéramos ese mandamiento de la ley de Dios que nos habla de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, si de verdad sintiéramos la alegría y el gozo de servirle a todo el que nos rodea, sin importar si antes nos hizo algo malo, si nos ha ofendido o maltratado y sin importar quién sea; si solo lo veré por un rato, haremos negocios o será mi amigo para toda la vida. Es convertir la religión en espiritualidad, es sentir y volver a lo humano.

Si yo pudiera servir con el amor de mi alma a cada persona que me necesita, sin esperar nada a cambio, de la manera más sincera y leal. De lo que damos recibimos, de eso se trata el intercambio de energías.

Creo que la actitud de servicio es amor por tu trabajo, amor por tu familia, amor por la vida. Es amor demostrado, no del que se piensa y no se expresa. Si cada persona entendiera que desde su puesto de trabajo, en cada una de sus relaciones, puede servirle a la humanidad, cambiarle el día o la vida a alguien. Si pudiéramos ser conscientes del momento presente y sea cual sea nuestro oficio, hacerlo con un gran cariño, dando lo mejor de nosotros mismos. Tendríamos una vida inmensamente bendecida y llena de pasión.

Desde hoy quiero servir a la humanidad y desde este escritorio, desde lo que hago cada día planeo servir con amor a todo el que me encuentre. Estoy en el proceso de convertirlo en mi actitud de vida.

mariaclaudiagarcian@gmail.com

Twitter e Instragram: @mariaclaugarcia

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