Judíos sefardíes

Marcos Peckel
27 de noviembre de 2012 - 11:00 p. m.

“El Gobierno de su majestad concederá la nacionalidad española por carta de naturaleza a todos los judíos sefardíes, descendientes de quienes fueron expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos”.

“… ordenamos en este edicto que los Judíos y Judías de cualquiera edad que residan en nuestros dominios partan con sus hijos e hijas, sirvientes y familiares al fin de Julio de este año y que no se atrevan a regresar a nuestras tierras y si algún Judío que no acepte este edicto si acaso es encontrado en estos dominios o regresa será culpado a muerte y confiscación de sus bienes”.

Corría 1492. España, recién unificada bajo los reyes católicos, Isabel y Fernando, y tras expulsar a los árabes, expulsó a los judíos. Una comunidad con más de 1.500 años era de un plumazo desterrada, sus raíces arrancadas del suelo ibérico.

Los judíos gozaron de largos períodos de prosperidad y desarrollo en las artes, ciencias, medicina y comercio en las dos Españas, la musulmana y la cristiana. Filósofos como Maimónides y Yosef Caro, transformadores de la liturgia hebrea, y Yehuda Halevi, quien nos legó la historia del reino judío de los Kuzari.

Cuando comienza la “reconquista”, los judíos caen en el fuego entre moros y católicos, sufren masacres, persecuciones y destrucción de las juderías, culminando con la Inquisición. Miles fueron quemados en hogueras del Santo Oficio mientras que decenas de miles se convirtieron al cristianismo para salvar el pellejo. Finalmente, en “el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1492” fueron expulsados.

Unos 150.000 judíos, partieron, unos al norte de África, Grecia y Turquía, donde desarrollaron comunidades y una hermosa lengua, el ladino, mezcla de español antiguo y hebreo, con sus cantos al amor, a la vida, y remembranzas a los siglos de hispanidad. Otros llegaron a la Ámsterdam del siglo XV, contribuyendo a su entorno de pensadores, filósofos y pintores, donde sobresalió Baruch Spinoza. Otros miles partieron con las expediciones a las Indias.

Para los judíos sefardíes no sería su último éxodo. Posterior a 1948, comunidades del Magreb emigraron a Israel y a las Américas. La ciudad siria de Alepo, hoy devastada por la aviación de Al Asad, llegó a tener una próspera comunidad judía de donde provienen muchos de los sefardíes de América Latina.

La expulsión de España permanece grabada en la conciencia judía como uno de sus episodios más aciagos. Con la nueva política, España busca enmendar un crimen histórico cometido hace 500 años. Ya países como Alemania, Austria, Rumania y Polonia habían facilitado el regreso de descendientes de “sus” judíos. ¿Cuántos descendientes de sefardíes hay en Colombia? Imposible saberlo, pero muchos de ellos en Santander.

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