La escritura, ¿para qué?

Quisiera hablar sobre la columna de ayer de Mario Fernando Prado, "La derrota de los columnistas".

Allí, Prado asegura que “casi la totalidad de los columnistas de la prensa y las revistas de este país están en contra de Santos y por ende de Álvaro Uribe”. Luego, dice que en los meses cercanos a las elecciones presidenciales, los opinadores habían sido descarnados y, más bien, poco imparciales. Las víctimas y ganadores: Santos y Uribe. Los victimarios y perdedores: los opinadores y los caricaturistas. Quisiera saber cuáles son esos columnistas u opinadores, cuáles sus argumentos y cómo se los refuta. Una columna coja, así de simple. No recuerda Prado ni los asesinatos a sangre fría, que no falsos positivos, ni las interceptaciones ilegales del DAS, ni los enfrentamientos con la Corte Suprema de Justicia, ni el programa de subsidios AIS, ni la campaña, sutil, pero tramposa, de Uribe en pro de su candidato. Hombre, con esa memoria...

Mención aparte merece la siguiente “pregunta”: “Y quedó demostrado que estas líneas que escribimos, algunos mejores que otros, no sirven para nada (¡!). ¿Opinar para qué?” . ¿Opinar para qué? Si nadie le respondió a Darío Echandía, quien la formuló en el pasado, yo le respondo: para tener democracia, para deconstruir, para argumentar, para pensar con hechos, para sustentar afirmaciones, para generar debate, para potenciar la razón y repensar la tradición. Para eso, nada más. Ah, y para no hacer todo lo que hace Prado en esta columna: generalizar y argumentar sin piso. La opinión sirve, columnista Prado, para no olvidar.  

Y una última glosa. Dice Prado que “la libertad de expresión —jamás coartada por este gobierno— ha permitido desafueros que lindan y sobrepasan el código penal”. Primero, es cierto que el Gobierno no ha coartado de manera directa la libertad de expresión. Segundo, el Gobierno no necesita dar la orden: Hollman Morris y Daniel Coronell son ejemplos de ello. Por fortuna, esos periodistas, a los que él debe de referirse, equilibran la balanza, la opinión. La libertad de expresión incluye, también, los “desafueros” y el grito. Allí están como muestra los foros virtuales de El Espectador y El Tiempo. Así se construye la democracia. Y le robo su frase de cierre, columnista Prado: ¡Bendita seas, democracia! 

 Juan David Torres Duarte. Bogotá.

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