La fiesta continúa

Ernesto Yamhure
18 de mayo de 2008 - 12:45 a. m.

CREO QUE NO LE CABE UN ANÁLISIS más a la noticia de la extradición de los 13 ex comandantes de las autodefensas a Estados Unidos. Los enemigos del proceso de paz con esa organización se apresuraron a expedir el respectivo certificado de defunción del mismo. Otros más osados, de manera irresponsable, aseguraron que las víctimas se quedarían sin conocer el lugar donde habían sido sepultados los restos de sus seres queridos y, por supuesto, a la espera eterna de la reparación a que tienen derecho.

Nada de eso es cierto. El proceso de paz continúa. Por impresionante que haya sido la noticia de esta semana, aún quedan más de dos mil setecientos desmovilizados acogidos a la Ley de Justicia y Paz, 690 de ellos privados de la libertad.

La Ley 975 es una muy buena alternativa para todos los desmovilizados y aún más para los que fueron extraditados. Los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles. Al margen de lo que Don Berna, Mancuso, Jorge 40 y demás puedan negociar con la justicia de Estados Unidos, los delitos que se les imputan en Colombia seguirán vigentes. Esa ley, en el artículo 30, dice claramente que “la pena podrá cumplirse en el exterior”, ergo ellos, durante su permanencia en Estados Unidos, tienen la oportunidad de saldar cuentas paralelamente con las cortes norteamericanas y colombianas.

Más no se puede decir al respecto. Seguramente los enemigos de la paz en Colombia, esos que se agarran de un inciso para ver cómo mandan al traste lo mucho que se ha avanzado, continuarán poniendo palos en la rueda, lanzando arengas en su condición de autoproclamados “voceros de las víctimas”, cuando en realidad no son más que unos mercaderes del dolor humano que habilidosamente han sabido manipular para buscar revancha de sus propias frustraciones.

Y sí, desde el jueves, cuando la Interpol presentó oficialmente el informe sobre los computadores que fueron incautados en el operativo contra el sádico Raúl Reyes, muchas son las frustraciones de quienes aparecen allí. El incontrovertible análisis de esos equipos revela, por ejemplo, la existencia de 7.989 direcciones de correo, más de doscientas mil imágenes –eso no quiere decir que la totalidad corresponda a fotografías— y los casi 40 mil documentos de texto, deben tener a más de uno con los nervios de punta.

El Fiscal General es un hombre honesto, que ha respondido cabalmente a la confianza que la sociedad ha depositado en él. Tan pronto el señor Ronald K. Noble, secretario general de la Interpol, les entregó al general Naranjo y a la directora del DAS, Pilar Hurtado, el original del informe forense, estos dos funcionarios frente a las cámaras procedieron a poner en manos de Mario Iguarán el esperado documento.

Por fin parece que vamos a descubrir la verdad sobre el milenario mito que hay en torno a los vínculos de las Farc con aquellos que no están en la clandestinidad. Después de más de cuarenta años de guerra contra esa organización de bandidos, podremos ver qué hay detrás de esa máscara que empieza a arrancarse.

Lo importante es que este proceso que se avecina se ajuste a los preceptos legales del debido proceso. La misma imparcialidad que se ha demandado en la parapolítica debe ser solicitada en la naciente farcpolítica. Sabemos que la Fiscalía procederá con absoluta verticalidad, que valorará el material incautado y que ordenará las respectivas capturas con base en indicios y pruebas irrebatibles.

Al decir de muchos, la fiesta continúa. Lo acordado en el proceso de paz con las autodefensas no se verá afectado en lo más mínimo. Al contrario, se dinamizará y agilizará, a la vez que el tinglado que rodea a las Farc se comenzará a desmoronar con las primeras capturas que en las próximas horas ordene la Fiscalía General de la Nación.

ernestoyamhure@hotmail.com

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