La ministra Gina y el senador José obdulio

Carmen Palencia
13 de julio de 2015 - 04:55 a. m.

Cuando se quiere entrar en una discusión, lo primero que se debe tener claro es que sea un tema en los que uno tiene alguna participación, o como dice el adagio popular, “Que se tenga velas en el entierro”.

Es por esto que no entiendo las razones que pudo tener la ministra Gina Parody para comprar una pelea con el senador José Obdulio Gaviria, cuando en la lógica, a quien le correspondería ese trabajo es al ministro del Interior o algún senador o representante de la Unidad Nacional, porque el tema es de naturaleza político. Luego entonces uno no comprende que hace la representante de la cartera de Educación opinando sobre esos asuntos.

Podría decirse entonces que Gina estaba como el comercial de Davivienda: “En el lugar equivocado”.

Observando el asunto en la otra orilla, es decir, en la de José Obdulio Gaviria, uno no entiende como alguien que se presta de ser un representante de la democracia en Colombia, responde con agravios e insultos a una mujer. ¿Así mismo actuará el senador en su casa con su esposa o sus familiares del género femenino?.

Lo menos que uno esperaría es que se hubiese disculpado, sin embargo no fue así. Aseguró sentirse orgulloso de su manera de contestar, respuesta que a uno le hace concluir, que sus papás perdieron el tiempo educándolo, porque no hay otra calificación para este tipo de actuaciones.

José Obdulio puede pensar lo que quiera de Gina pero eso no le da derecho a insultarla, porque de paso hace lo mismo con otras mujeres, que al igual que la ministra, han dado a conocer públicamente su legítimo derecho a vivir su sexualidad con una persona de su mismo sexo.

Tampoco le queda bien a un Senador de la República, demostrar sus odios personales, faltándole el respeto a una persona, con palabras que bien se podrían elevar a un acto de vulgar patanería, mucho más tratándose de una mujer. Que recuerde que él llegó a este mundo, gracias a que permaneció por nueve meses dentro del vientre de su madre y que ella pertenece también al género que insultó públicamente.

Gina por su parte, puede pensar lo que quiera sobre el gobierno de Álvaro Uribe, pero juzgarlo, es un asunto de la Comisión de Acusaciones, ahora que este órgano no haya servido para nada, es otro asunto.

Mucho menos puede la ministra comprar peleas que no le corresponden, sobre todo si estas incitan al odio y a las divisiones que tanto daño le han hecho a este país.

Todos conocemos el fuerte temperamento de Gina, lo mismo que el particular estilo de José Obdulio, por eso me atrevo a recomendarle a la ministra, dedíquese a cuidar de que la educación mejore cada día en nuestro país, en lugar de discutir con senadores como el primo del narcotraficante, Pablo Escobar Gaviria.


@ludispalencia
 

 

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