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La otra cara de una celebración

Cartas de los lectores
01 de octubre de 2012 - 11:00 p. m.

Hoy, martes 2 de octubre, la empresa Urrá S.A., encargada de gerenciar la hidroeléctrica de Urrá, ubicada en las estribaciones del Parque Nacional Natural Nudo de Paramillo, al sur del departamento de Córdoba, celebra con bombos y platillos 20 años de constituida.

Quienes nos anticipamos a la catástrofe ambiental y social de la hidroeléctrica de Urrá sobre el valle del Sinú, quienes desde el periodismo registramos una a una las confirmaciones de esos impactos negativos, quienes seguimos convencidos de que la hidroeléctrica no debió construirse jamás y que las consecuencias a futuro serán cada vez más catastróficas y devastadoras, no sólo sobre el valle del Sinú sino sobre el planeta, somos unos convencidos de que no hay una sola razón para celebrar los 20 años de la empresa Urrá S.A.

Hoy, 20 años después, los resultados son devastadores. Urrá S.A. les mintió y engañó a los cordobeses y al país. La hidroeléctrica desapareció la especie bocachico y muchas otras del río Sinú, sepultó para siempre especies naturales únicas en el planeta, erosionó las riberas, ocasionó la penetración de la cuña salina. Ha contribuido al calentamiento global. El Sinú dejó de ser el río que más aportaba riquezas biológicas al mar, y está matando al valle más fértil del mundo. En lo social, expulsó a indígenas y colonos. Se estima que 14 asesinatos de embera katíos, incluido el del cacique Kimy Pernía Domicó, guardan relación con su rechazo al proyecto; cuarenta mil familias de pescadores quedaron en la ruina, perpetuó la pobreza, muchas de las nuevas generaciones de pescadores tuvieron que vincularse a grupos ilegales, muchos de ellos han sido asesinados. Es falso que Urrá evitó las inundaciones, por el contrario, las estimuló al sedimentar la presa y el cauce del río. Engañó a los cordobeses con la promesa de la energía barata. Se ha demostrado que las hidroeléctricas contribuyen al calentamiento global y Urrá no es la excepción.

Por eso y muchos otros impactos presentes y futuros es que resulta no sólo absurdo sino ridículo pensar en celebrar 20 años de Urrá S.A.

Ramiro Guzmán Arteaga.
Periodista y docente Unisinú.
Montería
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