Las Farc: sólo falta la foto

Juan Carlos Botero
25 de junio de 2010 - 04:42 a. m.

LA VERDAD ES ESTA: DURANTE AÑOS nuestras Fuerzas Armadas no eran fuertes ni estaban armadas.

El Ejército carecía de capacidad ofensiva, imaginación e iniciativa, más dotación y armamento. Más grave aún: adolecía de falta de liderazgo, y la moral en los cuarteles rozaba el suelo. Varios comandantes estaban acusados de graves violaciones de Derechos Humanos y de alianzas con grupos paramilitares. Un hecho evidente refleja la inoperancia de nuestras tropas en ese tiempo: durante décadas los líderes más temidos de la guerrilla, después de años asesinando, secuestrando, robando, violando, asaltando poblaciones, bombardeando oleoductos, derribando torres de energía y sembrando el terror en pueblos indefensos, esos jefes, que eran las personas más buscadas por las autoridades, morían tranquilos en sus campamentos de la selva. Líderes guerrilleros como el Cura Pérez, Jacobo Arenas, Manuel Marulanda y tantos más, no morían en combates con nuestras tropas. Sufrían enfermedades, achaques y dolencias, y morían de muerte natural. Morían de viejos.

Eso cambió con Álvaro Uribe y es importante reconocerlo. Gracias al proceso de modernización y fortalecimiento de las Fuerzas Militares, que en realidad se inició durante el mandato Pastrana, y gracias al Plan Colombia unido al liderazgo de Uribe y a su política de seguridad democrática, la guerrilla fue acosada, arrinconada y vencida en combate, una y otra vez. Los golpes a la subversión han sido contundentes. Y no sólo en operativos de ejecución impecable y resultados asombrosos, como las operaciones ‘Jaque’ y ‘Camaleón’, sino en muchos otros igual de notables, como la captura de Martín Sombra y el ataque a Raúl Reyes. Según datos del Gobierno, si en el año 2002 las Farc fueron responsables de 984 secuestros, en 2009 secuestraron a 44 personas. Y si en el año 2002 las víctimas de masacres de las Farc fueron 295 personas, en 2009 fueron 21 personas. Algunos expertos estiman que las Farc han pasado de tener 18 mil miembros a 3 mil. Lo cierto es que el número de guerrilleros capturados, abatidos, desmovilizados o que han desertado por presión militar es cada día mayor, y ya se sabe que todos los miembros del secretariado de las Farc, tarde o temprano, serán capturados o abatidos. No morirán de viejos. Esa realidad, en el año 2002, era impensable.

No obstante, a pesar de que este grupo guerrillero está debilitado y contra las cuerdas, todavía falta algo fundamental: la foto. Se nos olvida que el Estado colombiano inició varios procesos de paz con el M-19, y el camino al desarme que se realizó en la vereda de Santo Domingo, Cauca, el 9 de marzo de 1990, fue largo y tortuoso. En cualquier caso, fue un solo mandatario, Virgilio Barco, quien logró la foto: la imagen del jefe de Estado firmando la amnistía con el comandante del grupo guerrillero, Carlos Pizarro. De la misma manera, a pesar de todos los aciertos y desaciertos de los diferentes gobiernos de Colombia en su lucha contra las Farc, a lo largo de casi 50 años, sólo el que tenga la foto de su desmovilización pasará a la historia como el presidente que derrotó a la guerrilla más antigua y sanguinaria del continente. Y ahora, por lo visto, es muy probable que ese presidente sea Juan Manuel Santos.

 

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