En respuesta al editorial del 27 de marzo de 2024, titulado “Lo importante es la sostenibilidad de Ecopetrol”.
El manejo de Ecopetrol debe abordarse desde diferentes perspectivas, alejado de entablar una guerra en momentos de resentimiento contra la petrolera. A lo largo de la historia de Ecopetrol, muchos de los grandes hallazgos de hidrocarburos, gas o petróleo, han sido acompañados por grandes compañías petroleras (operadoras y de servicios), que aportan el conocimiento y la tecnología para enfrentar los desafíos de búsqueda y sostenibilidad del negocio. En los últimos años, las directivas han emprendido una tarea de apertura, buscando hacer de Ecopetrol una compañía visible a nivel mundial. Sí, es cierto que no podremos llegar a ser como las grandes, pero es un excelente reto para el país y la compañía diversificar el negocio y conocer el manejo de otras operaciones asociadas. En todo esto, el capital humano que se está formando es de vital importancia para el desarrollo del país. Ecopetrol es una compañía de producción que apoya todo el sistema de producción de combustibles y el gran mercado petroquímico que suministra materia prima a una gran cantidad de industrias de todo el aparato productivo del país.
Ahora bien, si la nueva junta directiva no reconoce la importancia de este negocio y se enfoca en promover sentimientos de resentimiento hacia la operación de toda la compañía, seguramente no veremos un crecimiento próspero de la empresa, sino la agonía causada por odios que sepultarán el futuro de muchos profesionales y familias que dependen de esta actividad.
Tomemos conciencia de que la transformación energética no se logra simplemente acabando con una empresa o instalando aspas o paneles en todo el territorio nacional. La verdadera transformación debe empezar en las aulas de los centros educativos primarios, secundarios y universitarios. Allí es donde debemos impulsar la transformación, buscando y formando los profesionales que se necesitan en nuevas y verdaderas fuentes alternativas y eficientes. La transformación se logra reduciendo el porcentaje de deserción en las unidades educativas, principalmente las del Estado.