Publicidad

Los gobiernos sin control

Jorge Iván Cuervo R.
24 de enero de 2013 - 11:00 p. m.

A principios de enero falleció el economista estadounidense y premio nobel James Buchanan, a quien se atribuye haber desarrollado la teoría de la elección pública, o la aplicación de conceptos de la teoría económica al proceso de decisiones políticas.

Uno de los grandes aportes de la teoría de la elección pública fue el de diseñar un modelo explicativo del creciente grado de escepticismo acerca de la idea, según la cual, los gobiernos en el diseño y desarrollo de sus políticas se comportan de manera altruista defendiendo un ideal de bienestar que refleja las preferencias de los votantes.

Buchanan – al igual que Arrow - logra demostrar que las políticas públicas no reflejan tanto ese ideal de bienestar como los intereses de los distintos actores que participan en el proceso de toma de decisiones, lo cual supone una tremenda objeción al procedimiento democrático porque si finalmente las políticas no reflejan las preferencias de los votantes entonces para qué democracia.

Entre votantes, políticos elegidos y responsables gubernamentales hay una compleja interacción que no siempre beneficia las expectativas de los ciudadanos. El grado de egoísmo de cada actor supone que al final el resultado no sea socialmente óptimo, y los gobiernos tienden a promover aquellas iniciativas donde intereses más concretos y visibles salen favorecidos. En la discusión de la reforma tributaria, el gobierno Santos se la jugó inicialmente por un enfoque medio, donde todos los actores tuvieran algún beneficio, pero cuando se radicalizó la discusión, grupos de interés con capacidad de presión política, como los grandes empresarios con representación gremial, lograron medidas como el desmonte de los parafiscales, una disminución temporal de la renta y no gravar los dividendos, y la clase media se quedó sin los beneficios que permitieran aumentar su capacidad de consumo, al aumentarles la renta y el IVA sobre ciertos servicios, y de esa manera compensar las exenciones a las empresas.

El gobierno apuesta a que la reducción de los costos a la nómina generará empleo y formalizará una porción importante de trabajadores, pero desconoce que en el mercado laboral el empresario sólo generará los empleos que la demanda le exija, no se genera empleo por altruismo, y los ahorros de los empresarios pasarán al rubro de utilidades habida cuenta de las gabelas tributarias establecidas, o serán recogidas de nuevo en la llamada contribución Cree: plata de un bolsillo a otro. Al final tendremos una reforma que aliviará la carga de los grandes empresarios no de manera significativa y terminará afectando el crecimiento de la economía al trasladar el desmonte de la parafiscalidad a los asalariados: el trabajo subsidiando al capital, y todo esto sin garantía de generación de empleos.

No es extraño ver como el gobierno Santos y su unidad nacional han promovido reformas y leyes contra el interés general, en la teoría de Buchanan queda claro que los gobiernos en sus decisiones logran lo que quieren porque están fuera de control.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar