Los guerreros

Antonio Casale
17 de febrero de 2013 - 09:00 p. m.

La semana que pasó dejó varios ejemplos para destacar sobre la manera como algunos de los grandes deportistas del país y del planeta siguen demostrando que no hay nada fácil en la vida. Veamos.

Juan Pablo Ángel marcó su gol 203. El segundo en dos partidos oficiales disputados en su nueva etapa con Nacional. La vida no ha sido fácil para Ángel, que fue goleador con todas las camisetas que vistió. No fue dotado de un gran talento, es fruto de la disciplina, la preparación y el empeño por ser siempre el mejor.

La tenista Catalina Castaño, a sus 33 años, llegó a la final de sencillos y logró el título de dobles de la Copa Bionaire, válida por la WTA, disputada en Cali, junto a Mariana Duque. La pereirana, quien en 2006 llegó al lugar 35 del escalafón mundial, siendo este el segundo mejor puesto alcanzado por una raqueta nacional en la historia; ha superado varias lesiones, no siempre ha contado con el patrocinio suficiente y bien pudo haberse retirado hace varias temporadas. Pero el amor por el deporte y por su profesión la mantiene aún con las ganas del primer día. Justo premio para una carrera llena de contratiempos, como las de todos los exitosos.

Asimismo, fue grato ver que a la final del torneo de tenis de Sao Paulo llegaron dos incansables guerreros de la raqueta: Rafael Nadal y David Nalbandián. Del español hay poco por añadir, cada vez que salta a la cancha juega contra dos rivales, un tenista y su propio dolor. Nadal se pudo haber retirado sabiendo que lo ganó todo, pero su espíritu competitivo le dice que todavía hay.

En cuanto a Nalbandián, hay que rescatar que no cualquiera puede salir de una operación de cadera a competir de nuevo, como lo ha hecho el cordobés. Claro, después de ese episodio no ha vuelto a ser el mismo top 10, incluso algunas voces le piden el retiro. Pero David sigue soñando con la gloria que alcanzó hace ya varios años. Pues bien, su lugar en la final de Sao Paulo es un justo premio a tanto sacrificio.

El otro caso para destacar es el del futbolista Francesco Totti. A sus 36 años, 28 de los cuales los ha dedicado al fútbol siempre en el mismo equipo, y después de varias lesiones, sigue siendo el líder de la Roma, club del cual es el símbolo más importante de su historia. El sábado, un gol del guerrero romano le dio a su escuadra la victoria frente a Juventus, líder del campeonato.

Cualquiera podría decir que Ángel, Castaño, Duque, Nadal, Nalbandián y Totti son privilegiados de la vida. Lo cierto es que no son más ni menos que nadie, pero a diferencia de la mayoría, han entendido que para llegar a la meta es necesario aprender a sufrir, y esa lección sólo la aprenden los verdaderos guerreros, como ellos.

 

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