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Marcha Patriótica y paz deseable

Daniel Mera Villamizar
29 de abril de 2012 - 01:00 a. m.

Dos criterios alternativos para establecer el camino deseable a la paz: 1) el ahorro de recursos, vidas y dolor de la sociedad, y 2) la preservación de los principios por los que se sacrificaron recursos y vidas.

Los dos son moralmente complejos. La “solución política” apela al primer criterio, pero no estamos dispuestos a pagar “cualquier precio” —en principios, valores e ideas— por los recursos y las vidas que se ahorrarán. El segundo criterio prefiere la victoria política y militar, pero tampoco queremos pagar “cualquier precio” —en recursos, vidas y dolor— por la preservación de los principios, valores e ideas de la sociedad.

Parece olvidarse que la guerra se ha hecho por ideas. Liberales las que defiende el Estado, marxistas las que inspiran a las guerrillas. Pero mientras la Marcha Patriótica hace una declaración política marxista, pocos le recuerdan a la sociedad que los recursos y las vidas se han sacrificado por unas ideas liberales. Tal vez porque esas ideas, mal que bien enraizadas en nuestra cultura política, no han sido traducidas por los gobernantes en suficiente bienestar para el pueblo.

Como liberal filosófico que cree en el cambio social dentro de la democracia y el capitalismo y es partidario de reducir el dolor, la pérdida de vidas y el uso no productivo de recursos, yo me inclino por una paz final negociada basada en la derrota política y militar de las guerrillas. Una victoria limpia y eficiente de las fuerzas legítimas. Ahora, a juzgar por la magnitud de la Marcha Patriótica, la derrota política no es completa. Y alcanzar “el fin del fin” ha sido difícil (¿con drones sí?). Es claro que si las Farc decidieran desmovilizarse ya, terminaríamos pagando un precio contemplado en el “marco legal para la paz”.

Una premisa liberal es que el poder político se define por medio de la democracia electoral. Si las guerrillas buscan el poder por las armas, ¿con qué argumento puede Marcha Patriótica cuestionar que ante un desafío militar insurgente el Estado tenga una “política de solución militar”? Si la “solución política” es su preferencia, ¿por qué no piden parar la guerra insurgente? Porque en realidad están dispuestos a sacrificar más vidas y recursos por sus ideas.

En su lógica, el Estado y la sociedad deciden cuándo y cuánto “ahorrar” parando la “guerra contrainsurgente”. Ellos ganarán poder para promover “un nuevo modelo económico, de Estado y de sociedad”. La Declaración de Marcha Patriótica no menciona ni una vez la Constitución de 1991 y es evidente que ese no es el marco que quieren para revertir el “proceso de neoliberalización de la economía y de la sociedad iniciado hace más de dos décadas”. Esa no sería una “paz deseable”. Ni realista, porque después de la paz seguirá habiendo conflicto social, sólo que sin gente ambiciosa e ideologizada que pueda saltarse las elecciones con un fusil, minas antipersona y secuestros.

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