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Medicina para cuerpo y alma

Harry Sasson
27 de noviembre de 2011 - 01:00 a. m.

Esta sopa de ajo es una receta hogareña y humilde que reconforta.

Tengo un hermoso recuerdo de mi niñez, de cuando mi padre nos llevaba al restaurante Pimms que quedaba en la 85 junto a Oma, después de ir a cine, y yo siempre pedía la sopa de ajo, aunque también eran destacados sus sánduches y su sopa de cebolla. ¡Adoro el hecho de que mis mejores recuerdos están relacionados con la comida! El caso es que Pimms era el único lugar donde me tomaba esta sopa, y se quedó grabada en mi mente.

La sopa de ajo de Castilla es para los españoles como el caldo de costilla para los colombianos: una preparación hogareña y humilde, pero que reconforta y devuelve la vida. En España le ponen muchos ajos, chorizo cargado de pimentón, pan duro que ha sobrado del día anterior, cebolla, buen caldo y huevos cocidos con el calor mismo del potaje. Como es un plato de combate, va de acuerdo con la economía de cada familia, de manera que existen variantes con jamón, pescado, entrañas y lo que permita el bolsillo. Además, se suele preparar en cazuela de barro y sobre las brasas de leña, para que se impregne con un maravilloso gusto ahumado.

Vamos a continuar mi serie de preparaciones con huevo con esta sopa de ajos castellana, que les recomiendo especialmente para recobrar energías luego de las fiestas decembrinas y para ganar algo de calor en medio de la actual temporada de invierno.

Sopa castellana de ajo

2 litros de caldo de costilla o pollo preparado en casa

6 huevos

5 dientes de ajo cortados en láminas finas

80 a 100 gramos de jamón serrano o chorizo español en rodajas

50 gramos de rebanadas de pan duro o tostado

1 cebolla cabezona pequeña picada

1 cucharadita de páprika o pimentón español

1 cucharadita de perejil

Aceite de oliva

Sal y pimienta

Preparación
En una olla con abundante aceite de oliva fría las tostadas de pan hasta que estén doradas. Retire y reserve. Agregue más aceite si es necesario, y sofría los ajos junto con la cebolla hasta que comiencen a transparentar. Luego añada la paprika y revuelva bien, mezcle con el jamón, y vierta el caldo. Añada el pan, rectifique la sazón con sal y pimienta y termine con el perejil. Deje cocinar durante cinco minutos más. Se pueden dejar caer los huevos dentro de la sopa y terminarla en el horno, o acomodar los huevos crudos en cada plato y verter el caldo hirviente encima para cocinarlos.

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