Mírame a los ojos (contacto visual y comunicación no verbal)

María Claudia García
28 de abril de 2017 - 04:00 a. m.

La comunicación no verbal transmite todo aunque no pronunciemos una palabra, pero el contacto visual es la herramienta más poderosa al momento de hacer conexión con las personas, demostrando amabilidad o indiferencia. Con una simple mirada usted puede proyectar seguridad y confianza, mostrarse accesible o simplemente emitir interés por el otro. Tiene una enorme fuerza de seducción.

“Los ojos son la ventana del alma”, a través de ellos demostramos nuestra tristeza, alegría, rabia, cansancio, cariño, vergüenza, etc. Para los psicólogos "es el principal fundamento del desarrollo de las habilidades sociales".

Un cruce de miradas puede ser el inicio de una buena conversación y una gran amistad. Cuando activamos el sentido de la vista, nuestro oído se agudiza y entendemos mucho más lo que nos están diciendo.

No es secreto que cuando una persona en una recepción, un mesero, un vendedor y todas aquellas personas que trabajan presentado servicio al cliente te miran a los ojos, te dan una mejor impresión de ellos. Los clientes siempre queremos sentir la mirada de quien nos atiende, sentirnos importantes o aunque sea reconocidos. Lo mismo pasa cuando tú saludas a alguien, tienes los primeros entre 7 y 30 segundos para generar una impresión ya sea positiva o negativa a esa persona, y si en esos instantes utilizas tu conexión visual te proyectarás como una persona confiable.

Según el PNL mirar a la izquierda indica que se esta recordando algo y mirar a la derecha indica que se están generando pensamientos o imágenes, lo que algunos interpretan como que se está mintiendo. No es lo mismo mirar a una persona segura, que a una persona insegura porque a través de nuestros ojos proyectamos lo que somos, es por eso que es importante en un trabajo de elevar la autoestima, que nos hagamos conscientes de que mirando con una sonrisa en los ojos hacemos clic con el otro y nos mostramos fuertes, seguros y confiados.

¿Te ha pasado que subes al ascensor y esquivas la mirada del otro para no saludar? ¿O que sencillamente por estar de cabeza en el celular no miramos para contestar cuando nos hablan? ¿O estás tan ocupado haciendo algo en tu escritorio que no tienes tiempo para mirar al compañero de al lado?

Recuerda que somos nuestra propia vitrina y ya sea que estés buscando trabajo, te muevas en el área de las ventas o seas dueño de tu empresa, tú mismo eres tu propio comercial y de acuerdo a lo que te proyectes los otros te comprarán, contratarán o decidirán hacer negocios contigo.

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