Mujer hazte responsable de tu existencia

Columnista invitado EE
29 de junio de 2017 - 01:44 p. m.

Por: Mar candela*

Sin ánimo de parecer pretenciosa entendiendo que haber caminado tanto y de tantas maneras, si bien no me hace poseedora de toda la verdad, sí me hace conocedora de buena parte del camino. Obviamente hablo del camino feminista que decidí trasegar en mi vida y es por eso que hago mías las palabras de Flora Tristán (escritora y pensadora francesa): "Yo escribo para que ustedes sepan, para que comprendan, grito para que me oigan, voy, adelante para mostrarles el camino".

En 1869, un 27 de junio, nace la feminista-anarquista lituana de origen judío Emma Goldman. Una mujer que nació fuera de época y que durante el paso por este mundo dedicó su vida a construir una humanidad donde las mujeres viviéramos en libertad y justicia. Con el propósito de que nos llenemos de motivos para asumir una vida como mujeres libres en medio de las dificultades.

Hoy les dejo de reflexión parte de las declaraciones de Emma Goldman:

“Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo sin una revolución. Las personas, o no están familiarizadas con su historia, o todavía no han aprendido, que la revolución es el pensamiento llevado a la acción. El derecho de voto o la igualdad de derechos civiles pueden ser exigencias útiles, pero la verdadera emancipación no comienza ni en los colegios electorales ni en los tribunales. Comienza en el alma de la mujer. La historia nos demuestra que cualquier clase oprimida sólo consigue liberarse realmente de sus amos con sus propios esfuerzos. La mujer debe aprender esa lección, y ser consciente de que su libertad llegará tan lejos como llegue su capacidad para lograrla. De allí que es más importante que ella comience con su regeneración interior para liberarse del peso de los prejuicios, las tradiciones y las costumbres”.

En mi diario vivir pensar en nuestras antepasadas feministas es un bálsamo y una nueva fuerza. Quisiera poder recordarlas sin este sentimiento de impotencia que me embriaga ante las cifras abrumadoras de feminicidios en todo el planeta. Yo por salud mental procuro centrarme en las cifras de Colombia; sin embargo, eso no me ha sido útil para aliviar la pena que me embriaga cuando debo ver la realidad. Es terrorífico pensar en ello.

En lo que va del 2017, más de 200 niñas y mujeres han sido asesinadas sin ninguna razón o por las razones que sea. Y quisiera poder decirles que esto va a mejorar pronto. Lo cierto es que la pandemia de feminicidios es internacional y es algo que está sucediendo en todos los estratos sociales. ¿Qué puedo decirles que ya no sepan? Las colombianas no estamos seguras en ninguna parte sin importar qué tan políticamente correctas o incorrectas seamos nos están asesinando de igual manera.

Emma vivió para cambiar estructuralmente el mundo para las mujeres .Ella hizo su aporte a la transformación necesaria en su momento. Como decenas de mujeres alrededor del mundo desde su trinchera en diferentes épocas, que murieron sin poder disfrutar de los logros de su trasegar. Y seguramente nosotras las feministas de vanguardia, llenas de muchas herramientasy elementos, contando con la riqueza de pensamiento posmodernista, tampoco viviremos para ver los resultados de nuestra labor.

Esta realidad no me desmotiva. Todo lo contrario. ¿Por qué? Porque soy el resultado de las luchas que dieron nuestras antepasadas. Porque cada mujer de este siglo le debe a cada feminista de antaño todos y cada uno de los derechos que hoy goza y que ellas pelearon por obtenerlos sin lograr disfrutarlos. Somos las hijas de las brujas que no pudieron quemar… aun cuando no habitamos un planeta justo con las mujeres debemos recordar cada lágrima, cada persecución y la prisión que vivió cada mujer que, como Emma Goldman, decidió revelarse al orden establecido en una época cuando ser mujer significaba ser servil y vivir despojada del derecho a decidir sobre todos los aspectos de la vida.

Nosotras las herederas de todas las militancias feministas, las que consideramos que todos los días debemos ser emancipadoras de todas las mujeres que nos rodean mientras culminamos nuestro proceso individual y personal de emancipación de nuestra propia vida debemos mantener en nuestra memoria el firme propósito de velar por nuestros derechos ganados. Con el único objetivo de vivir como mujeres realmente libres, como lo dicta la letanía de Feminismo Artesanal, mujeres putamente libres.

* Ideóloga, Feminismo Artesanal

 

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