¿No hay renovación?

Antonio Casale
20 de marzo de 2017 - 03:32 p. m.

Pékerman ha decidido jugarse la clasificación al Mundial de Rusia con la misma base de Brasil más las pocas adiciones que le han dado resultado en los últimos tiempos.

La gran diferencia entre el equipo que estuvo en Brasil y el actual es la renovación en los centrales: los Murillo, Mina y Sánchez han sabido reemplazar a Yepes y Cristian Zapata en su ausencia. En cambio, la salida por los costados de Zúñiga y Armero no se ha podido renovar con Arias y Díaz, aunque estos últimos cumplen bien con sus tareas de marca.

El técnico decidió llamar de nuevo a Cristian Zapata, que estuvo por fuera mucho tiempo por lesión pero que volvió a ganarse el puesto en el Milan, y también trajo de vuelta a Armero. El primero aporta experiencia y voz de mando en la retaguardia y el segundo puede devolvernos la salida por la izquierda, que se fue con su partida. No podemos olvidar que Armero participó en casi todas las jugadas que terminaron en gol en el mundial. Su momento actual en el Bahía de Brasil es el mejor de los últimos tiempos, el partido con Bolivia puede ser una buena oportunidad de saber si conserva esas virtudes que lo hicieron indispensable.

Las labores de filtro en la mitad recaen sobre los mismos del mundial, Sánchez y Aguilar, porque en estos años aparecieron Torres, Barrios y Pérez, pero la irregularidad en sus clubes da para pensar que apenas son un buen complemento. Ninguno es indiscutible. En los últimos meses ha aparecido Gordillo, pero Pékerman ha entendido que ya no hay tiempo para adaptar individualidades al colectivo que él quiere. De la mitad para atrás es necesaria la memoria táctica y la eliminatoria entra en su recta final, no es momento de probar.

En cambio, de la mitad para adelante definen los buenos momentos individuales. Se mantienen Cuadrado, James, Bacca y Muriel, se les da continuidad a algunos “nuevos” como Borja y se acercan nombres como el de Mateus Uribe y Duván Zapata, los dos de muy buen presente.

La convocatoria tiene una mezcla de jóvenes con veteranos, aunque en la cancha seguramente veremos a los más experimentados. Primero porque su presente en la mayoría de los casos sigue ofreciendo más seguridad que el de los más jóvenes, entre otras cosas porque juegan en equipos y ligas superiores. Salvo Duván Zapata, los demás todavía no pasan de ser promesas.

Pékerman se la va a jugar con los experimentados para definir el camino a Rusia. El problema de la falta de renovación, que es real, no es del entrenador del equipo de mayores. Hay que profundizar para encontrar la causa en las ligas aficionadas, las divisiones menores de la mayoría de clubes y la falta de trabajo mancomunado entre selecciones juveniles y la absoluta. Por eso, por ahora lo mejor es intentar ir a Rusia con los de siempre como base.

 

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