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La Unesco, la campaña de desprestigio por parte de Israel y sus relaciones con el proceso de paz en Colombia

Columnista invitado EE
21 de octubre de 2016 - 10:41 p. m.

El pasado 12 de octubre el Concejo Ejecutivo de la UNESCO emitió una resolución denominada “Palestina Ocupada: Proyecto de Decisión”, donde la votación por los países miembros fue aprobada por 24 votos a favor, 6 en contra y 26 abstenciones.

Por: Saaid Jamis Tovar

Esto muestra nuevamente que, aunque la guerra militar la ganó Israel, este país está muy lejos de ganar la batalla legal y moral generada a partir de la ocupación, opresión y apartheid hacia los palestino, como lo han demostrado las resoluciones 181/11 (1947), 303 (1949), 2253 ES-V (1967), 242 (1967), la 51/223 (1997) entre otras emitidas por la ONU, que ha generado movimientos de solidaridad por la sociedad civil (incluyendo judíos e israelíes), que luchan por el bienestar del pueblo palestino, como el movimiento BDS, Jewish Voice for Peace, B'Tselem y Breaking the Silence.

Posterior a esta decisión, vimos como las primeras declaraciones que aparecieron en los medios de comunicación, tuvieron titulares como: “Unesco niega vinculación de los judíos con el monte del templo”, “La Unesco, contra la historia y contra la paz” o “Unesco secuestrada”, cuyo único fin es deslegitimar el fondo de la resolución. Esto se dio tras la declaración del Primer Ministro Israelí Benjamín Netanyahu, quien aseguró que "El teatro del absurdo continúa en la UNESCO y hoy la organización ha adoptado su decisión más extravagante al declarar que el pueblo de Israel no tiene conexión con el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones. Decir que Israel no tiene ninguna conexión con el Monte del Templo y el Muro Occidental, es como decir que China no tiene conexión con la Gran Muralla de China y que Egipto no tiene conexión con las pirámides".

Esta posición no es una novedad, pues en abril de este año, Netanyahu mencionó las mismas palabras. La pregunta es: ¿por qué ante esta resolución de la UNESCO se ha ido repitiendo este mensaje? Antes de aclarar ese tema, lo que debemos revisar es realmente qué dijo la UNESCO en su última resolución sobre Palestina. Lo primero que hace este documento, es denunciar los actos ilegales por la potencia ocupante, sin negar los lazos de alguna religión, así como tampoco es mi interés, ni el de muchas personas solidarias con el pueblo palestino, negarles a todos los judíos del mundo su derecho a la auto determinación, y menos, seguir enmarcando la ocupación como un conflicto religioso.

Por tanto como se aprecia en el numeral tres de dicha resolución, no se niega el vínculo con Jerusalén y las religiones monoteístas, afirmando: “la importancia de la ciudad vieja de Jerusalén y sus murallas para las tres religiones monoteístas” y “cuyo propósito es, entre otras cosas, salvaguardar el patrimonio cultural de Palestina y el carácter distintivo de Jerusalén oriental”. Como también, señala más adelante, tener en cuenta “la convicción afirmada por la comunidad internacional de que los dos sitios tienen importancia religiosa para el judaísmo, el cristianismo y el islam”.

Desmentido esto, pasemos entonces a mirar el verdadero contenido de la resolución que está desarticulada en tres partes. La primera habla sobre Jerusalén y se subdivide en: a) La mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif; b) La cuesta de acceso a la Puerta de los Magrebíes en la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif; y c) la misión de monitoreo reactivo de la UNESCO a la ciudad vieja de Jerusalén y sus murallas y reunión de expertos de la UNESCO sobre la cuesta de acceso a la Puerta de los Magrebíes.


El segundo punto de la resolución, trata el tema de la reconstrucción y desarrollo de Gaza. Y la tercera parte menciona detalles sobre los sitios palestinos de al-Haram al-Ibrahimi/Tumba de los Patriarcas en al-Jalil/Hebrón y la mezquita de Bilal bin Rabah/Tumba de Raquel en Belén.
En términos generales, el primer punto que habla sobre Jerusalén, rechaza los proyectos de infraestructura de Israel que amenazan los templos religiosos musulmanes, como las agresiones por parte de Israel a la población civil palestina, especialmente a líderes religiosos musulmanes y cristianos. Para mayor claridad, se pueden analizar los siguientes apartados del texto:

“Condena enérgicamente el aumento de las agresiones y las medidas ilegales israelíes contra el Ministerio de Awqaf y su personal y contra la libertad de culto y el acceso de musulmanes…”.

“Deplora firmemente los ataques continuos contra la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif por extremistas de derechas y fuerzas uniformadas israelíes…”.

“Condena profundamente las agresiones constantes de Israel contra civiles, comprendidos personalidades religiosas islámicas y sacerdotes…”.

“Desaprueba la restricción de acceso por parte de Israel a la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif durante el Eid al-Adha de 2015…”.

“Lamenta profundamente que Israel se haya negado a conceder visados a los expertos de la UNESCO…”.

“Lamenta el daño causado por las fuerzas israelíes, especialmente desde el 23 de agosto de 2015, en las puertas y ventanas históricas de la mezquita de al-Qibli, en el complejo de la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif…”.

“Expresa su profunda preocupación por el hecho de que Israel haya clausurado y prohibido renovar el edificio de la Puerta al-Rahma…”.

“Exhorta también a Israel, la potencia ocupante, a que deje de obstruir la ejecución inmediata de los 18 proyectos hachemitas de restauración en la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif y sus inmediaciones”.

“Deplora la decisión de Israel de aprobar un plan de instalación de dos líneas de teleférico en Jerusalén oriental y el proyecto denominado “Casa Liba” en la ciudad vieja de Jerusalén, así como la construcción del denominado “Centro Kedem”, un centro de visitantes próximo al muro meridional de la mezquita de al-Aqsa/al-Haram al-Sharif, la construcción del edificio Strauss y el proyecto de ascensor en la Plaza de al-Buraq “Plaza del Muro Occidental”.

En el segundo y tercer punto, básicamente la UNESCO rechaza las incursiones militares a la Franja de Gaza, porque la mayoría de las víctimas han sido niños, mujeres y en general civiles; como por citar solo un ejemplo, solamente en la última incursión militar sobre Gaza en el 2014 murieron 2.202 palestinos (Según fuentes oficiales de la ONG Israelí B'tselem), de los cuales más del 60% era víctimas civiles, siendo más de 500 menores de edad, no obste desde el 2008 al 2014 al menos 980 menores palestinos han perdido la vida debido a las incursiones militares (Para mayor información consultar varios informes de la ONU, OCHA, Amnistía Internacional, The United Nations Institute for Training and Research, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Organización Mundial de la salud).

Por lo anterior, se solicita en el informe de la UNESCO el fin del bloqueo económico y militar ilegal israelí en este territorio, instando a abandonar prontamente estas medidas para que se pueda realizar una reconstrucción. Además, desaprueba “las excavaciones ilegales, las obras y la construcción en curso por Israel de carreteras privadas para los colonos y de un muro de separación en el casco antiguo de al-Jalil/Hebrón”, como también las agresiones y olas de violencia de estos grupos sociales.

Visto esto y conociendo el contenido real de la resolución, debemos entender que en ninguna parte se niega la conexión del judaísmo con Jerusalén, sino que se denuncian las violaciones y el riesgo latente en los lugares sagrados musulmanes. Por otro lado, si lo que se busca es un reconocimiento especial, estaría imperando la misma lógica de negar al otro, es decir, si se hace un reconocimiento único al judaísmo se negaría el vínculo entre el cristianismo y el islam, que de facto no tendría nada que ver con el fondo e interés de la resolución, pues no está dentro de la misión de la UNESCO la cual busca promover y proteger la educación, ciencia y cultura.

Ahora sí podemos entrar a resolver las preguntas: ¿por qué se tergiversa la información?, ¿cuál es el fin de Israel? y ¿cuál es su relación con lo que pasa en Colombia? Lo primero que hay que decir es que ésta es una estrategia que viene utilizando el Gobierno de Israel desde hace unos años, la cual tiene como fin deslegitimar a la ONU y a los organismo multilaterales que buscan formas pacíficas para lograr la resolución de conflictos y violaciones a los derecho humanos, pues Israel ha sido incapaz de ganar la lucha moral, y por tanto se ha dedicado a atacar a los organismos multilaterales que tienen una función supranacional, calificando a las investigaciones de la ONU como una “farsa legal”, llegando al punto de encarcelar miembros de la ONU y de ONG’s internacionales como Save the Children y World Vision.

Vale la pena decir que, este accionar de deslegitimar, también lo han aplicado a todas las organizaciones que luchan por los derechos humanos de los palestinos, tildándolos de “antisemitas” cuando hacen alguna crítica al Estado de Israel, o a los judíos que no comparten las políticas su Estado y son pro palestinos los denominan “falsos judíos que se odian a sí mismos”, como lo han hecho con organización Jewish Voice for Peace. Esta situación se presenta porque es más fácil manipular el lenguaje victimizándose y apelando al miedo, para lograr engañar a las personas, con el fin de seguir dilatando y perpetuando en el tiempo la ocupación y apartheid, y para poder pasar por encima de la ONU sin ningún problema.

En relación con el proceso de paz en Colombia, puede compararse con la información errada que se creó alrededor el “No”, en donde se habló de una posible imposición del “castrochavismo”, del enfoque de género y de la supuesta capacidad que daban los acuerdos para quitarle a las personas sus pensiones.  Así, la experiencia nos muestra que es mucho más efectivo deslegitimar que discutir y confrontar los argumentos. Por eso, para el Estado Israelí es mucho más fácil decir que esta resolución es un ataque antisemita de la UNESCO, que debatir su contenido, pues nadie quiere recordad las atrocidades que vivieron los judíos y otros grupos sociales durante la Segunda Guerra Mundial.

También es importante mencionar la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación, pues son los que van sembrando la semilla para que la manipulación sea mucho más efectiva. Así lo explica la revista Vice en su más reciente artículo, donde evidencia cómo los medios de comunicación en Colombia jugaron un papel clave para que ganara el “No”, manipulando la opinión pública, evitando mencionar los desplazamientos, el robo de tierra, la opresión y medidas desproporcionales contra campesinos (hechos similares en Colombia y Palestina). Mientras que en el caso de la UNESCO se limitaron a replicar las palabras el Primer Ministro Israelí, en vez de investigar y analizar la resolución a fondo.

Ante toda esta situación de manipulación y complicidad, sólo queda decir que hoy más que nunca la solidaridad con el pueblo palestino está viva, siendo cada vez mayor los movimientos sociales que se crean por esta noble causa, respondiendo al llamado de la sociedad civil palestina, y poniendo por encima los valores morales que los ha definido como seres humanos, sin aceptar ningún tipo de discriminación, opresión, exterminio, robo o violación a los derechos humanos. Con esto no queda más por decir, las soluciones están en las manos de la sociedad civil, y por eso nacen iniciativas como el movimiento BDS por palestina o el de Paz a la Calle por Colombia.

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