O se unen o se suicidan

Patricia Lara Salive
03 de marzo de 2017 - 02:00 a. m.

Si alguien sabe de política es Álvaro Uribe. Por eso ya le pidió a la extrema derecha que se una para llegar a las elecciones con un solo candidato. Por eso también ya llamó al orden a los dirigentes de su partido y les solicitó que dejen de pelear. Y como su autoridad nadie la cuestiona, le obedecerán. Así que seguro la extrema derecha se presentará monolítica a la primera vuelta.

¿Y mientras tanto los demás qué?

Por un lado, el vicepresidente Germán Vargas, de derecha, quien se ha mantenido distante del proceso de paz, y pronto lanzará su candidatura, ha coqueteado con el Partido Liberal, pero sin buenos resultados. Hay quienes creen que se acercará a Uribe. Sin embargo eso no es fácil porque el distanciamiento personal entre ambos es profundo.

Y en el centro y la izquierda reina la confusión: sólo dos se han lanzado al ruedo: Claudia López, por el Partido Verde, quien recoge firmas a favor de su consulta anticorrupción; y Jorge Robledo, candidato del Comité Ejecutivo del Polo Democrático, quien dice que se propone unir a su partido, en lugar de aglutinar a todas las fuerzas que no pertenezcan a la extrema derecha, que sería lo sensato. Los demás se sabe que aspiran, pero no cómo piensan llegar: en el Partido de la U suenan desde el senador Roy Barreras hasta el embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón; en el Liberal, desde el senador Juan Manuel Galán, hasta el ministro Juan Fernando Cristo, pasando por la senadora Viviane Morales, que se propone reunir el voto cristiano. En la izquierda, aspiran desde la ministra de Trabajo, Clara López, hasta el exalcalde Gustavo Petro. En el centro, está el exgobernador Sergio Fajardo, organizando bases y diciendo que, partiendo de que hay que respetar los acuerdos de paz porque hacerles tratmpa implicaría regresar a la violencia, hay que centrarse en la lucha contra la corrupción y las desigualdades, que se superan permitiendo que todos tengan el mismo acceso a la educación. Finalmente, Humberto de La Calle, exjefe del equipo negociador, ha pedido que se conforme, antes de la primera vuelta, una coalición de todos los partidos que defienden el acuerdo de paz, para impedir que el Centro Democrático lo modifique si llega al poder.

Algunos de los aspirantes han dicho que sería suicida que el sector progresista no hiciera una coalición. Pero no tienen claridad de cómo lograrla. ¡Ya Robledo anunció que no se unirá con De La Calle porque colaboró con Santos! Todo indica que es muy difícil que el candidato único lo escojan por la vía institucional: se requeriría que cada partido hiciera consultas internas y que después se realizara una consulta interpartidista que escogiera al candidato único. Y eso, probablemente, ocurriría en las elecciones parlamentarias de marzo, dos meses antes de las presidenciales, cuando ya la extrema derecha llevaría mucho tiempo en campaña. En ese escenario, el riesgo de no pasar a la segunda vuelta sería altísimo.

Así que más vale que Sergio, Claudia, Humberto, Petro, Robledo y Clara depongan sus egos para que, por ejemplo, acuerden que, en agosto, las seis principales encuestadoras realicen sondeos con idéntica metodología, y que quien obtenga en promedio la mayor ventaja sea el candidato único de este sector y busque acuerdos con el Partido Liberal y la U, para que todos se presentaran con el mismo candidato a la primera vuelta.

De lo contrario, la segunda vuelta se la disputarán el uribismo y Vargas Lleras.

Así que en sus manos está: o se unen o se suicidan.

www.patricialarasalive.com

@patricialarasa

 

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