Acción y reacción

Gonzalo Silva Rivas
14 de diciembre de 2016 - 02:00 a. m.

La definición de un socio estratégico por parte de Avianca parece entrar en hervor, aunque se desconoce cuál de las cartas puestas sobre la mesa tendrá la prelación de pista para consumar este matrimonio empresarial. En reciente publicación The New York Times informa que la compañía evalúa varias propuestas, algunas de ellas con cierto atractivo, por cuanto le darían un perfil de valoración superior al que actualmente registra en el mercado de capitales.

Avianca acepta contar con ofertas condicionadas y confidenciales en proceso de decantación y guarda hermetismo sobre la que finalmente podría aterrizar para finiquitar el negocio. Pese a que estas transacciones suelen adelantarse con absoluta reserva, el diario neoyorquino -al igual que lo hizo en junio The Wall Street Journal- destaca entre los oferentes más opcionados a las aerolíneas estadounidenses United y Delta, y a la panameña Copa.

La búsqueda de una alianza financiera para obtener recursos de capitalización por US$500 millones, a cambio de vender una parte del control de la compañía, comenzó hace varios meses y se extendió por medio mundo. Se contemplaron diversas alternativas en el continente americano, Europa y Medio Oriente. En China, el conglomerado HNA, propietario por estos dominios de la brasilera Azul, hizo público su interés por entrar de inversor, y recientemente el empresario, también brasilero, Michael Klein, expresó su disposición de sumarse a las posibilidades.

Sin embargo, las tres compañías citadas por The New York Times se perfilan como serias pretendientes para entrar a la liza y sellar un acuerdo que les permita capitalizar a la aerolínea de bandera colombiana, reforzar su balance, garantizarle crecimiento y tomar asiento en la cabina de tripulantes para impulsar desde el tablero de comandos un trazado de rutas que les facilite consolidar dominios dentro y fuera del mercado latinoamericano.

United y Delta tienen suficientes razones para sumarse al negocio. Encontrarían en Avianca el trayecto más corto para incursionar en la región y entrar en la disputa comercial con el gigante American Airlines Group, que cuenta hoy en día con la mayor aerolínea del mundo. United propone vincularse a través de la concesión del préstamo garantizado de US$500 millones, que potencialmente podría recaer en su “accionista clave”; en tanto que Delta ofrece inyectar US$1.000 millones a cambio de comprar la mayoría de la participación de Synergy Group, la rama inversionista de la familia Efromovich.

Copa, por su parte, plantea una fusión, mediante una combinación de acciones o una mezcla en efectivo con acciones, acuerdo que representaría una prima de más de US$2 mil millones y pondría por encima de los US$2.000 millones el valor de Avianca, cuya capitalización bursátil se calcula en estos momentos en US$1.000 millones.

Aunque los planes iniciales de Germán Efromovich, su principal propietario y presidente de la Junta Directiva, se soportaban en la idea de vender hasta el 40 por ciento del valor de las acciones, la postura ha cambiado y hoy en día cualquier clase de negociación resulta posible en el entramado comercial. La intención de mantener el control de la compañía dejó de ser un inamovible. Efromovich, un curtido hombre de negocios, se muestra dispuesto a renunciar a esta condición, siempre y cuando la oferta seleccionada interprete sus intereses y le pinte un escenario futurista dentro o fuera del sector.

Desde comienzos de la década, Avianca Holdings logró consolidar una importante participación en el mercado latinoamericano, con el concurso no solo de Avianca Colombia sino de otros operadores como Tampa Cargo y AeroGal. Su consolidada marca le permitiría al eventual socio penetrar en los mercados de Perú, Ecuador y Costa Rica, e incluso perfilar una alianza con Avianca Brasil -también propiedad de los hermanos Efromovich-, que moviliza en ese país el 12 por ciento de un potencial superior a los 110 millones de viajeros. Sin embargo, la principal fortaleza de Avianca se concentra en el mercado colombiano, donde controla algo más del 60 por ciento de una torta cercana a cuarenta millones de pasajeros anuales.

Avianca, la segunda aerolínea más grande de la región, cuenta con 180 aviones que prestan servicio en 105 destinos de 28 países y -según la Supersociedades- vendió el año pasado $11.9 billones. La empresa sortea positivamente la compleja coyuntura económica mundial y logra mantener estable su presencia en el mercado. La consecución de un buen socio que le permita reducir costos sería un paso estratégico para ampliar su cobertura comercial.

Mientras la aerolínea colombiana se encierra en el mutismo, los pronósticos que adelanta la prensa internacional llenan de entusiasmo a los accionistas, porque cada vez que sale a volar la noticia sobre la eventual transacción, se dispara el valor en la bolsa. Tras un eventual negocio habría que esperar -aplicando el principio de Newton- que el inevitable repunte de la “acción” experimente “reacción” semejante en el servicio al cliente.

ADENDA: A don Guillermo Cano, el Maestro de Maestros, luego de treinta años de su cobarde asesinato, siempre lo llevaremos en nuestra memoria y en nuestro corazón.

gsilvarivas@gmail.com

@Gsilvar5

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