Publicidad

Barranquilla y su potencial profesional

Felipe Jánica
26 de septiembre de 2016 - 02:00 a. m.

Cuando se habla de Barranquilla, son muchos los adjetivos y recuerdos que llegan a la memoria. Con una alegría propia del Caribe la que se exacerba con el carnaval, Barranquilla da mucho de qué hablar; pero de lo que poco se habla es de su potencial profesional.

Son muchos los profesionales formados en Barranquilla. Sé de primera mano, de la calidad de ellos y de su potencial, el que no sólo se pone a disposición de las empresas locales sino nacionales, multi-latinas y multinacionales. Aun cuando las comparaciones son, en algunos casos odiosas, puedo compartir que los profesionales y de la educación que se ofrece en Barranquilla, aun cuando existen oportunidades de mejora, ha mejorado de manera sustancial. En mi caso particular, son muchos los lugares que me han acogido, de todos ellos, siempre trato de hacer comparaciones con beneficio de inventario. Si algo tienen los “gringos” es la dedicación y las ganas de siempre hacer lo correcto. En el caso de los barranquilleros, sólo le sumaría que no sólo lo hacen sino que le impregnan una dosis de energía, alegría y entusiasmo. De los europeos, se les abona su globalidad y capacidad de adaptación. Los profesionales barranquillero no sólo son globales sino que se convencen de la globalidad y luchan por tener oportunidades por fuera de Barranquilla y de Colombia.

Estoy convencido que no son sólo las instituciones las que forman a los profesionales sino los valores aprendidos en casa. Con esto puedo decir que la formación de un profesional descansa en hacer lo correcto con uno mismo y con sus interesados claves, tener energía, entusiasmo, coraje para liderar y dirigir, respeto y trabajo en equipo entre otros. Todos estos valores, puedo asegurar, los tiene un buen profesional barranquillero y por supuesto colombiano.

Las oportunidades que brinda Barranquilla no son sólo las de fiesta, siesta y rumba, aunque por supuesto estas características son unas de las tantas que ofrece la ciudad a propios y extraños. Sin embargo, en materia de comercio y desarrollo industrial, Barranquilla propone alternativas de crecimiento a compañías colombianas y foráneas. Esto conlleva a la creación de empleo y por supuesto se propulsa el crecimiento de la infraestructura local lo que potencializa la competitividad de la ciudad.

Pero esto no se logra solo con comercio y dinamismo de la economía local. Para ello es necesario que existan profesionales de alto nivel. Así las cosas, cuanto más y mejores profesionales sienten raíces en Barranquilla y sus alrededores, mejores serán los resultados de las empresas y negocios y por ende de la economía.

La apuesta de dejar de darle la espalda al río, por ejemplo, ha sido quizá una de las mejores decisiones en materia de desarrollo urbanístico, el que se combina con la convivencia con la industria. Por esto y por muchos aspectos más Barranquilla está llamada a ser la capital de los tratados de libre comercio, pues la cercanía con dos ciudades con potencialidades diferentes como la fantástica Cartagena de Indias y con la bahía más linda de américa: Santa Marta, facilitan la creación de nodos logísticos, los que coadyuvarían con el desarrollo de transporte multimodal de carga y de pasajeros, estos últimos de cara al desarrollo sostenible del turismo local e internacional. Todo esto puede ser posible, no sólo con la planeación estratégica de Estado, sino con el apoyo de los profesionales, emprendedores e innovadores caribeños.

Estoy convencido del potencial económico de Colombia, el que se puede propulsar con un mejoramiento de la competitividad tanto para la arena local como para las exportaciones. Es por esto que una de las apuestas del Estado, debería volcarse a las ciudades que brindarían desarrollo sostenible al país, donde Barranquilla está llamada a ser capital de este propósito. Más allá de ello, la inversión en materia de educación profesional (más especialistas, magísteres y doctores) debería ser una de las prioridades no sólo de los profesionales sino de las instituciones de educación superior y por supuesto de los gobernantes locales. Para ello es necesario que se establezcan políticas de mediano y largo plazo tendientes a propulsar el estudio de maestrías y doctorados de los profesionales locales y con ello mejorar no sólo la calidad de los profesionales sino de seguir jalonando el desarrollo económico regional que por supuesto va de la mano con el desarrollo del país.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar