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Boyacá: tiempos de cambio

Luis I. Sandoval M.
26 de enero de 2016 - 02:31 a. m.

Una semana que pasé, la del 18 de enero, en Boyacá me persuadió que este departamento avanza en condiciones de protagonizar un cambio de grandes dimensiones en su vida social y política. Se aprecia en los hechos, las palabras y la voluntad de líderes institucionales, sociales y académicos.

La ocasión la brindó el 8º Encuentro Regional de Redepaz, el correspondiente al Centro del País (Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Meta, Guaviare, Casanare, Arauca). Decenas de municipios de estos departamentos se hicieron presentes.

La preparación y realización del encuentro colocó a constructoras y constructores de paz redepacinos en contacto con las nuevas autoridades de Boyacá, el Gobernador Carlos Amaya y su gabinete que el miércoles 20 realizaron un Consejo de Gobierno.

Redepaz contó en su reunión con la presencia de María Alejandra Villamizar, gestora de la Conversación Más Grande del Mundo en la Presidencia de la República y, finalmente, con la del propio Presidente Santos quien visitó el departamento el viernes 22 por el problema de la sequía.

El departamento de la independencia y la libertad vive, desde el padre Gustavo Suárez en la alcaldía de Sogamoso (1995-1997), el ascenso de fuerzas independientes y de una generación joven de líderes políticos, hombres y mujeres, en especial del Partido Verde, partido del actual gobernador, que está generando una forma de gobierno más social, más democrática y más transparente.

Pero no es solo la política formal la que cambia. Boyacá mostró en 2013 y 2015 la capacidad de movilización social del campesinado organizado y en los últimos años ha sorprendido la expansión de programas innovadores de Universidades como la UPTC y la ESAP regional (Boyacá-Casanare). Cada día existen más vasos comunicantes entre gestión pública y academia, entre movimientos sociales y universidad. Las comunidades de fe, muy activas en el impulso a la cultura de reconciliación y convivencia, contribuyen eficazmente a la dinámica de cambio.

El gobernador Amaya y su asesor de Paz, Alejandro Gutiérrez (joven líder liberal), explican cómo “la paz sustantiva no será solo un área de trabajo sino el eje transversal del nuevo plan de desarrollo”. Participación, identidad y memoria, institucionalidad fortalecida e inclusive unos juegos campesinos y un encuentro de jóvenes por la paz están ya en agenda. Lo corrobora el Asesor de Participación, Pedro Pablo Salas (antiguo concejal del Polo en Tunja): “el problema de minería, tan grave en el departamento, se abordará ante todo con diálogo, la protesta social será tratada en clave de paz”.

Boyacá tiene retos enormes: el minifundio deprimido, la pobreza rural, la minería ilegal, los servicios públicos en especial la provisión de agua potable, los efectos de la sequía, el temor de las víctimas a hacerse oír, los coletazos de la violencia por colindar con zonas de confrontación como Casanare y Magdalena Medio. El reto de cesar la importación de residuos tóxicos que están haciendo del departamento una cloaca.

Redepaz-Boyacá, entre cuyos líderes cuenta Rafael Mesa, docente investigador, contribuirá, lo está haciendo ya, al proceso de cambio con la acción de cultura de paz que toca 70 de los 123 municipios del departamento e involucra activamente 56 instituciones educativas. La Red enfatiza en los planes de desarrollo a nivel departamental, provincial y municipal, como primer instrumento de autoridades locales y ciudadanía para hacer previsiones respecto a la implementación de los acuerdos de Paz de La Habana, una vez firmados, como elementos de agenda de paz territorial.

La transición de la guerra a la paz puede convertirse en catalizador del proceso de cambio que ya vive el departamento. Boyacá sería piloto en construcción de paz territorial en Colombia.

 

@luisinsandoval  

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