“Dejó de ser viable su aspiración a ser fiscal general”

Cecilia Orozco Tascón
10 de mayo de 2016 - 10:34 p. m.

¡Cómo será el tamaño de las inhabilidades éticas y el puñetazo que le propinarían los intereses particulares al interés público del país con la elección de Néstor Humberto Martínez como fiscal general, que sus aliados de lobby son vergonzantes!

Lo defienden a hurtadillas, creyendo que engañan con su simulada neutralidad; sugieren que debería ser el triunfador ante la Corte Suprema, pero sin meter las manos a la candela por él; destacan sus cualidades hablando de las que, en menor medida, tendrían los otros dos aspirantes; aducen que el presidente escogió una “terna ejemplar” y, a continuación, mencionan la presunta falta de experiencia de la doctora Cifuentes —una abogada de impecable vocación de servidora estatal—, y la supuesta ingenuidad del exministro Reyes cuyo bufete de penalista (clausurado en un acto de rectitud ejemplar cuando fue nombrado ministro), asimilan al emporio que Martínez ha levantado, y no por casualidad, mientras su ejercicio profesional oscila entre los grandes negocios particulares y sus puestos oficiales; señalan el “pecado” de haber sido apoderado de Horacio Serpa, en uno; y no se atreven a revelar la identidad de los poderosísimos clientes del otro, o sea, Martínez, porque saben que este “tendría que declararse impedido para intervenir en tal cantidad de asuntos que, si lo hiciera, sería como no tener fiscal”, como indica Antonio Caballero en su más reciente columna.

“Gol olímpico” tituló Semana un artículo que publicó el 3 de marzo del año 2001. Desde entonces, han transcurrido 15 años, dos meses. Inicia así: “Fue tan genial el mico de la ley de conciliación que su autor no podía ser sino Néstor Humberto Martínez”. La nota relata lo que sucedió en el último debate en plenaria de la Cámara de Representantes, citada para aprobar una ley de descongestión de la Justicia. El truco del asunto, cuenta Semana, consistía en que, por debajo de cuerda y con una frase escondida en mitad de la letra del proyecto, la Superintendencia de Industria y Comercio perdía la capacidad de fijar el monto de las indemnizaciones que debían pagar las empresas responsables de incurrir en competencia desleal. Y ¿esta historia qué importancia tiene? Explica la revista: “este cambio se dio (porque) el superintendente Emilio Archila estaba a punto de definir el monto de la indemnización que debería pagar (la telefónica privada) Comcel por una denuncia entablada por (las empresas públicas) ETB, Telecom y Orbitel”. La sanción que Archila iba a imponerle a Comcel ascendía a US$54 millones. Y, con la pirueta, ese castigo económico, que en todo caso podría tumbarse en el camino, demoraría entre diez y 15 años en confirmarse. Lo increíble, añade Semana, era que la nueva ley regiría solo un año después, salvo el artículo que favorecía a Comcel, el cual se haría efectivo en cuanto fuera aprobado. “El promotor del orangután”, asegura el autor del artículo, fue Néstor Humberto Martínez, quien usó a un protegido suyo que, a la sazón, era viceministro de Justicia, para meterle el gol al Congresoa espaldas del propio jefe de esa cartera, el exministro Rómulo González.

“Martínez reconoce haber sido quien redactó la modificación, pero agrega que no lo hacía a nombre de Comcel sino de unas entidades financieras… Esta defensa no es muy convincente”, señala Semana. Remata con dos frases que tienen todo que ver con las posibilidades de que el socio del bufete internacional DLA Piper llegue a la Fiscalía: “Desde que se retiró del Ministerio del Interior, Martínez se ha convertido en uno de los más efectivos lobistas del país… Se le ha criticado que, recién salido de la cartera política, utilice sus contactos en el Congreso a favor de sus clientes…”. Y la conclusión de la revista, hace 15 años, reitero, es absolutamente pertinente para 2016: “…lo que sí es probable es que (este) episodio tenga como consecuencia que haya dejado de ser viable la aspiración (de Néstor Humberto Martínez) de ser el próximo fiscal general de la Nación”. (Ver artículo).

 

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