El negro Pedro y el soldado Micolta

Nunca antes había presenciado tanto mal aliento por Facebook como la semana pasada, con la noticia de que se acabará el Soldado Micolta, tanta frustración, tanto odio, tanta ignorancia.

He aquí un cuento:

En 2002, cuando emigré para Holanda por reunión familiar y para proyectarme en uno de los países mas progresistas culturalmente y socialmente convivibles (en esa época), llegando a casa me encontré a mi mujer disfrazada de “Negro Pedro”: la cara pintada de negro, donde resaltaban más sus ojos verdes, los labios pintados de rojos, de oreja a oreja, y con un peluca ensortijada. What the fuck! Pegué el grito al cielo y, con los ojos en menguante, escudriñé los rincones en busca de la cámara; y al descubrir que no era una broma, empezó un debate que casi me acabó el matrimonio.

Sinterklaas y Zwarte Piet (Negro Pedro), es la fiesta navideña más grande que hay en Holanda, es patrimonio cultural desde 1852; lo que en otras culturas simboliza Papá Noel. Sinterklaas es un señor mayor, gordo, grande, blanco, de barba blanca, que viene en un caballo blanco, con un libro en una mano y un bordón en la otra; y a su alrededor, Zwarte Piet ,un montón de personas disfrazadas de “Negros”, bailando, haciendo malabares, dando regalos a los niños que se portaron bien y echando en un costal a los que se portaron mal. Y el 5 de diciembre están por todos lados, en la televisión, hogares, calles, tiendas; en muñecos, dulces, suveniers... Y yo malayando cada año.

Empecé a debatir con vecinos y amigos, y hasta mi hija:

-Esto no es normal, es una práctica racista de los años 50 en los Estados Unidos. Esto alimenta los estereotipos negativos; precondiciona socialmente…

+ No seas resentido… Es sólo una fiesta inocente, los niños no se dan cuenta. Todos somos felices…

+No es una persona negra, es una persona blanca que se bajó por la chimenea y quedo llena de hollín…

- Pues hagan que se vea sucia, sin fenotipos de personas negras.

+ Pero si también hay personas negras que se disfrazan de Negro Pedro...

En 2007, cuando retorné al país, me encontré al Soldado Micolta. Y antes de maldecir por tercera vez, me reí, ahora si me están tomando de las dread locks, tiene que ser un reality show, pensé. Y pregunté, ¿dónde están los líderes y los movimientos por la defensa de los valores, dignificación y reivindicación de los afrocolombianos?

En Holanda, a mi amigo Raúl Balay, los debates sociales, políticos y económicos para abolir al Negro Pedro le han costado diez años y sólo han logrado que en algunas ciudades sea pintado de colores. Felicito al Canal Caracol y a Roberto Lozano por la decisión de pintar al Soldado Micolta de colores, y abolirlo paulatinamente. Sólo nos ha costado seis meses de discusión. ¡Un buen ejemplo!

Y sí, también deberían acabarse los chistes regionalistas contra los homosexuales y las personas en condición de discapacidad. Seremos una sociedad mejor cuando podamos reírnos con nosotros mismos, sin burlarnos del otro, sin humillarlo, sin peyorizarlo para sentirnos bien, solapar nuestra condición y escapar de nuestra des-gracia.