Humo blanco

Pékerman debe entregar esta semana los nombres de los 23 jugadores que serán inscritos para disputar la Copa América, donde Colombia arrancará contra Estados Unidos el 3 de junio, en Santa Clara.

El técnico de la selección de mayores y el conductor del equipo que asistirá a los Olímpicos, Carlos Piscis Restrepo, han tenido reuniones para montar el proceso que permita disponer de los dos grupos sin pisarse las mangueras, buscando factores equitativos, pero todo indica que no ha sido fácil y que existen puntos de conflicto.

¿Qué jugadores debe ceder la selección de mayores a la Olímpica, partiendo de la premisa de que los clubes no están obligados a prestar los futbolistas para Brasil por no ser los Juegos un evento que haga parte del calendario internacional de la FIFA?

La eterna suplencia de Bonilla hace menester pensar en un portero con mucha clase para la selección olímpica. Y nada mejor que David Ospina, candidato indiscutido para ocupar el arco de la Copa Centenario y posteriormente del equipo en Brasil.

Con los defensores convocados se monta una buena combinación, y no debería gastarse un puesto en esas posiciones, así como tampoco se requiere perder un cupo en los volantes de marca. En cambio, es imprescindible encontrar un volante de armado que ayude, porque el actual titular, Juan Fernando Quintero, se dedicó a la música, al baile, y lamentablemente perdió toda la progresión que traía. Un año de suplente entre Oporto y Rennes, meses sin jugar, mal estado físico y falta de competencia, son elementos suficientes para pensar que no será jugador olímpico.

James se ofreció para ir a la Copa Centenario y a los Olímpicos, pero no sería correcto llevarlo a Brasil. James debe tener su pretemporada con el Real Madrid, prepararse a fondo en la parte atlética, rehacer su nivel competitivo, y nada mejor que una buena pretemporada con sus compañeros. Además, no se sabe si el Real Madrid lo prestaría, algo bien difícil, porque los directivos quieren que haga la tarea con el equipo y se ponga bien. Ellos saben que están en juego los 70 millones de euros que pagaron por él y que en este momento no hay club que los pague en las actuales circunstancias físico-técnicas. Más le vale que trabaje y haga lo posible por explotar sus condiciones hoy que es centro del debate.

Si no son Quintero y James, ¿quién es el volante de armado para ese equipo de Brasil? Y, finalmente, es necesario llevar un atacante con gol, con ritmo de competición, con movilidad, que pueda acompañarse bien de Martínez o Preciado.

Esta semana saldrá humo blanco para saber cómo será el maní en EE. UU. y en los Olímpicos.