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La abogada de Corridori

Alberto Donadio
23 de octubre de 2015 - 03:27 a. m.

El mes pasado, cuando Jeannette Forigua fue nombrada presidente del organismo de policía interna de las firmas comisionistas de bolsa (el AMV, o Autorregulador del Mercado de Valores), el comunicado emitido por la entidad señaló: “La doctora Forigua Rojas es profesional de amplia trayectoria en los mercados financieros. Fue destacada funcionaria de las Superintendencias de Valores y Financiera de Colombia”.

Es cierto, no se discuten las capacidades profesionales ni la experiencia de la nombrada. Pero se ocultó un detalle fundamental. Jeannette Forigua fue abogada de Alessandro Corridori cuando estaba en pleno auge la manipulación fraudulenta de la acción de Fabricato que condujo a la iliquidez y a la quiebra de la comisionista Interbolsa. Corridori y otros están imputados por ese delito. Forigua señaló que Invertácticas, firma en que Corridori fue único dueño, le consultó sobre la viabilidad legal de acceder a un crédito internacional, a lo cual ella conceptuó negativamente por restricción de estatutos sociales. Jeannette Forigua también participó en almuerzos de trabajo con Rodrigo Jaramillo Correa, el otrora presidente de Interbolsa, y en reuniones con ejecutivos de esa firma, pues igualmente asesoró a Interbolsa SAI (Sociedad Administradora de Inversión) sobre activos admisibles para un fondo de capital privado y sobre facultades del Gobierno para dictar normas regulatorias, asesorías que generaron a su favor el pago de honorarios profesionales.

Jeannette Forigua afirma que no fue apoderada de Corridori en asambleas de accionistas o en juntas directivas, que no fue representante suya ante autoridades judiciales o administrativas, que no fue apoderada del hoy imputado frente a terceros. Seguramente, Rodrigo Jaramillo tampoco giró los cheques por miles de millones de pesos que Interbolsa entregó a Corridori y que éste nunca devolvió. Los giros posiblemente los hizo alguien de la tesorería de Interbolsa, pero eso no exime a Jaramillo de responsabilidad.

Antes de que la nombraran, Jeannete Forigua no reveló ese detalle de su hoja de vida a por lo menos dos miembros del consejo directivo del AMV que la designó. El presidente de la Asociación Bancaria y el presidente de Asofondos no sabían de la conexión Corridori. ¿Por qué si la actuación era inocente y no la inhabilitaba no la incluyó en su hoja de vida?

Aunque ella no está imputada ni participó en la manipulación fraudulenta de la acción de Fabricato no debió aspirar al cargo de presidente del AMV. Interbolsa era una cloaca, como dijo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y quienes asesoraron a los protagonistas de esa operación de alcantarilla no pueden dirigir el organismo que expulsó del mercado de valores por 20 años a Rodrigo Jaramillo y a la plana mayor de Interbolsa.

Roberto Borrás fue presidente del AMV cuando se impusieron sanciones ejemplarizantes por los abusos de Interbolsa, basadas en minuciosas investigaciones. Su sucesor, Felipe Iriarte, que goza de intachable reputación, continuó esa misión. La tercera no debía ser una abogada de Corridori y de Rodrigo Jaramillo. Por simple decoro institucional. Cualquier vínculo la inhabilitaba.

 

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