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La Brincología aplicada

Enrique Aparicio
03 de abril de 2016 - 02:58 a. m.

Philippe Halsman (1906-1979) fue un fotógrafo de fama mundial. Su principal instrumento fue la imaginación, como veremos más adelante. En unos días libres en Austria con una mañana fresca y con buen sol, decidió dedicarse con su padre al ejercicio del alpinismo.

El futuro no está escrito y como seres en la versión de humanos no creemos que lo fortuito existe. Todo es planear y hacer billete.

En este caso, el padre resbaló y se mató. Muy triste pero aquí viene el resto: las autoridades austriacas acusaron a Philippe que él lo había asesinado. Algo fuera de toda realidad. Sin embargo, al pasar de los días en la cárcel y sin una solución a la vista tuvo que acudir a contactos de su familia para que lo sacaran de semejante embrollo. La presión surtió efecto y tras dos años fue liberado. Decidió dejar atrás este mal momento y reiniciar su vida en París, donde se convirtió en fotógrafo.

La Brincología es una teoría muy simple: Philippe descubrió que si los personajes que iba a fotografiar brincaban en el momento de la foto, lograba conseguir expresiones más auténticas. Con la teoría del brinco gente de la realeza, presidentes de los Estados Unidos y el resto se dieron sus saltos frente a la cámara — ver You Tube-. El lector eventual podrá deducir con facilidad que ningún personaje famoso se metería a hacer el oso del brinco si no fuera por tener gran respeto al hombre de la cámara.

Un poco de contexto: definitivamente este gran fotógrafo no obedecía a ningún cliché. Su imaginación lo llevó a trabajar con Salvador Dalí en una serie de fotografías entre ellas una muy particular que reflejaba la nueva era nuclear y para ello el pintor, a solicitud de Philippe, tomó un buche de leche, metió la cabeza en una pecera y luego soltó el liquido. La imagen la invirtió el fotógrafo. En el You Tube pueden ver el resultado. Dalí le colaboró en muchas otras imágenes llenas de creatividad.

Era un maestro en la foto pasiva, en este caso hay una muy bella de la famosa actriz belga Audrey Hepburn.

Tenía ojo para decir más allá de lo que aparecía en fotos, como la soledad del hombre gordo (me inventé el título).

Resaltan en sus contactos Marilyn Monroe que mostraba frente a una cámara una naturalidad que atraía, que lanzaba al fotógrafo a buscar más del personaje sin esfuerzo. Vale la pena ver el You Tube, la secuencia de fotos tomadas a Marilyn “buscando” trabajo. Como la “entrada”, la “fuerza de la pelvis” y demás. Nombres dados por Halsman (ver You Tube).

La poderosa revista Life lo favoreció con 101 portadas de personajes famosos. En una tomadura del pelo, hizo una portada (obvio, no publicada) algo “arriesgada”.

Su relación con el maestro del suspenso universal, Alfred Hitchcock, es evidente. Ambos trabajaron para hacer fotos de gran creatividad.

Nota: Al ser humano lo pueden despojar de todo menos de la imaginación. Es la única que abre puentes entre la realidad y la solución.

El You Tube, refleja claramente las palabras de esta nota que se inspira en la exhibición temporal ¡Sorpréndeme¡ que permanecerá abierta hasta el 12 de junio en el Kunsthal de Róterdam.

Que tenga un domingo amable.

 

 

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