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Muchos envidian la vejez de Horacio Serpa

Óscar Sevillano
19 de mayo de 2016 - 02:22 a. m.

Si los pobladores de la antigua Grecia hubieran tenido la oportunidad de observar la manera como en el futuro en el mundo occidental serían tratadas las personas que se consideran de la tercera edad, estoy seguro de que se sentirían bastante tristes y avergonzados de lo que sería el ser humano en los siglos modernos.

Un anciano en la Grecia antigua era considerado una especie de "consejero". Esta etapa de la vida era el mayor puesto que podía existir, por tanto una persona que se encontraba en lo que hoy se conoce como la “tercera edad” era bien tratada, entre otras cosas por la sabiduría que le otorgaba la experiencia de los años vividos, lo que hacía que se les respetara enormemente y que sus consejos fueran escuchados y atendidos en el momento de resolver cualquier problema.

Este respeto y admiración por las canas se rinde actualmente en la China y Japón, donde los ancianos tienen una posición dentro de la sociedad muy diferente a la de las culturas occidentales. Las personas mayores se convierten en el pilar de la sociedad, una figura respetada y admirada por todos los miembros.

Desafortunadamente en el mundo occidental las personas que llegan a superar los 50 años son consideradas un estorbo y se les respeta muy poco, así cuenten con toda la experiencia para dar un consejo o hacer una observación sobre determinado tema. El mejor ejemplo de este caso en Colombia, es la manera en como se ha tratado durante las últimas semanas al senador y excandidato presidencial Horacio Serpa Uribe.

Son escasos los políticos en nuestro país que tienen el orgullo de conocer el funcionamiento de las tres ramas del poder público. Hasta el momento del único que tengo entendido, posee la mayor experiencia y conocimiento en estos campos es Horacio Serpa. Puede ser que existan muchos más, pero ninguno puede decir que ha ejercido el cargo de juez de la República, concejal, alcalde, gobernador, procurador, senador, embajador y ministro.

Con una hoja de vida como esta en una cultura como la China, Japón o en la antigua Grecia, Horacio Serpa sería el político más respetado, sin embargo aquí en Colombia poco parece importar. Hoy se escuchan las voces que aseguran que luce desgastado; que pertenece a la vieja clase política; que su discurso ya está pasado de moda, etc.

Lo curioso de este asunto es que son las mismas voces que se muestran en contra de figuras como la de Simón Gaviria, Carlos Fernando Galán, Miguel Uribe Turbay, Iván Duque, Angélica Lozano, etc. argumentando que son personas muy jóvenes que tienen poca experiencia. Es ahí donde pregunto: ¿al fin que señores?

Entiendo que muchos esperaron ver a Horacio Serpa, metido en una pelea de gallos, discutiendo y contestando los insultos y ofensas que en ocasiones suelen lanzar Álvaro Uribe, José Obdulio Gaviria, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal. Lo que no entiendo es como no es capaz de caer en cuenta en que en política, la mejor manera de dar una pelea es cerrando la boca. No es necesario salir todos los días a dar declaraciones en caliente y de forma pasional, irse ristre en lanza contra su oponente. Eso para lo único que sirve es para perder seriedad y credibilidad ante la opinión pública, por eso comparto la posición del jefe liberal, de salir únicamente cuando se es necesario.

Podrán decir que por las canas que luce Horacio Serpa se ve cansado, lo que no pueden decir es que no trabaja, porque alguien que recorre el país de norte a sur y de oriente a occidente, no es precisamente una persona que sufre de artritis o de reuma. Por el contrario, es la prueba fehaciente de un ser humano que a pesar de superar los 50 años, mantiene vigor y fortaleza para continuar en su lucha por una sociedad más justa, proclama que se le ha escuchado desde que inició su carrera política hasta el día de hoy.

No sé hasta cuando la sociedad colombiana va a continuar en la idea de creer que la experiencia de los años hay que botarla a la caneca de la basura y que lo importante es ver a una cara bonita llena de elastina y colágeno que pronuncie muchas palabras, pero sin decir nada importante.

Una cosa es ser simpático y otra muy distinta ser inteligente, diligente y contar con la autoridad que da la experiencia y esa combinación es un lujo solo una persona como Horacio Serpa puede darse.

Es justamente por lo anterior, que creo que aunque este político liberal puede lucir viejo, muchos quisieran contar con esas canas, así es que adelante doctor Serpa y por lo que dicen no se preocupe, finalmente la envidia, mejor despertarla que sentirla.

@sevillanojarami
 

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