Nobel

J. William Pearl
13 de diciembre de 2016 - 02:00 a. m.

Juan Manuel Santos por su persistencia y empeño obtuvo el premio Nobel de paz, la que buscaba desde hace muchos años.

Lograr el fin de la lucha armada con las F.A.R.C. no fue tarea fácil, ya lo habían intentado Pastrana y Uribe. Me pregunto ¿si le  otorgaron el premio Nobel por lograr que las F.A.R.C. dejaran las armas o por algún otro motivo?

El premio Nobel fue otorgado aparentemente por haberse logrado el acuerdo de paz. Este acuerdo representa varias cosas, entre ellas que no habrá más muertos a manos de esta guerrilla. En las ciudades grandes no sentimos el conflicto como propio, ya que aquí no matan a nuestros familiares.  Es estimulante saber que las F.A.R.C. no matarán de nuevo, no masacrarán, no secuestraran, no torturarán en fin no cobrarán más víctimas.  La paz contribuirá a que llegue la inversión en muchas formas, una de ellas es el  turismo nacional e internacional; esta es una industria muy importante ya que genera empleos tanto en la fase de construcción de la infraestructura, como en las estadías de los viajeros. El Tiempo en su editorial del 9 de Diciembre anota que se espera llegar a cinco millones de turistas extranjeros. Con paz será aún mayor el crecimiento de solamente este sector. Los otros sectores también se beneficiarían el crecimiento.

Después de la votación del 2 de octubre pasó lo que nunca previó el gobierno y fue que ganó el No, por escaso margen, pero ganó y el país que estaba unido aparentemente, se dividió en dos. Ahora es necesario unirlo entre las dos vertientes. A muchos no les gusta el acuerdo, ni los cambios que se hicieron. Es entonces necesario lograr la paz y evitar que genere otra violencia. Para lograr armonía entre las dos vertientes se requiere comprensión por las dos partes. Eso es lo más difícil de conseguir puesto que ambas partes sienten tener la  razón.                                                                                                                                                               

La inversión extranjera es necesaria, pero sería peligroso que la economía crezca sin tener en cuenta que se puede incubar un asunto mucho más grave, la violencia entre los del  Si y los del No.   Un país dividido no puede progresar, a los políticos les sirve para aglutinar personas que encarnan diferentes posiciones  y así conseguir votos,  pero la prosperidad podría ser muy corta. Salir de un conflicto interno para entrar en otro conviene a pocos y los colombianos tenemos que estar por encima de ese tipo de tendencias.

Colombia hoy en día es más seguro que Europa, así es la vida, nunca se pensó que eso pasaría y siendo así, los europeos nos mirarán como una opción para tomar sus vacaciones y gastar su dinero. Tanto que las F.A.R.C. dejen las armas, como la posible inversión extranjera jugaron un papel importante en otorgar el premio Nobel a Juan Manuel Santos; esperemos que Colombia escoja un buen camino aun cuando ni los del Si ni los del No  se unan por ahora. Es imperativo seguir el camino de la paz con las F.A.R.C.  para poder lograr un crecimiento económico del país.  Pero divididos es muy difícil alcanzar algo, ambos lados tienen que ceder y lograr que la economía crezca en beneficio de los menos favorecidos que llevan años padeciendo la violencia y la pobreza.

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