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Oposición Venezolana conquistó poderes omnímodos

Uriel Ortiz Soto
16 de diciembre de 2015 - 02:00 a. m.

Lo más importante es que la oposición de Venezuela, agrupada en el MUD, Movimiento de Unidad Democrática, ante su triunfo arrollador en las elecciones parlamentarias del seis de diciembre, actúe con criterio de unidad y cohesión, puesto que de lo contrario el Chavismo aprovecharía para pescar en rio revuelto.

Los pueblos se merecen los gobernantes que eligen, pero, cuando aparecen los fantasmas de la corrupción, el hambre y la miseria, se manifiestan como tres fieras apocalípticas que arrasan con lo encuentren sacando a flote los coeficientes sociales de desarrollo, para que sirvan de modelo y derrotar con su propia experiencia al gobierno de turno, dándola conocer a presentes y futuras generaciones, para que no vuelvan a caer en los abismos de la ignorancia.

Lo peor que le puede pasar a un gobernante como en el caso de Nicolas Maduro, es que merced a su desgobierno y a la corrupción rampante, ponga a pasar hambre a su pueblo; el día a día de la hambruna por la escases de productos básicos y de la canasta familiar, es un sentimiento que se va acumulando en la conciencia ciudadana, hasta lograr un coeficiente superior en contra del gobernante, que brota espontáneamente sin distinción política, para manifestarse en las urnas como el voto apolítico y de necesidad sentida.

Por eso, el señor Nicolas Maduro no tiene ningún derecho a chistar, si más vergüenza tuviera, debería recoger todos sus bártulos de la fracasada revolución Bolivariana y dejar que la voluntad popular expresada ampliamente en las urnas cumpla con su cometido, puesto que tiene la animadversión de la mayoría del pueblo Venezolano, que lo odia y lo detesta.

Los que votaron por él, deben estar más que arrepentidos, puesto que lo hicieron sobornados por el propio régimen Chavista que los venía alimentando con la ilusión de un mejor mañana, pero, con la estruendosa derrocha todo se desmoronó y empiezan a ver en los horizontes de la hermana república vientos de cambio pero también de prevención de parte del oficialismo.

Causa escozor e indignación ver que el presidente Maduro, en medio de su prepotencia e ignorancia pretende desafiar la voluntad popular, cuando fueron unas elecciones limpias y democráticas que se realizaron gracias a la oposición seria y bien fundamentada, que logró conseguir el respaldo de la mayoría de los gobiernos del Mundo.

La oposición conquistó 112 escaños de los 167, ha quedado lo suficientemente fortalecida y habilitada por el pueblo Venezolano, para que inicie la reconstrucción de su País, que con el embeleco de la mal llamada Revolución Bolivariana está hecho trizas, puesto que no obstante contar con una inmensa riqueza petrolera, el gobierno Chavista a espaldas de sus gobernados creo la mal llamada unidad Petrocaribe, con el fin de establecer la diplomacia petrolera, que consiste básicamente en regalar petróleo a 19 países o entregarlo a precios tan ínfimos o de transferencia de servicios que por lo regular no se cumplen.

Debido a todos estos malos manejos, la industria petrolera una de las más prósperas del Mundo a partir de la asunción del extinto presidente Hugo Chávez al poder, ha caído vertiginosamente, lo que indudablemente debe hacer el nuevo congreso para iniciar una dinámica petrolera muy acorde con las circunstancias para permitir la nueva recuperación: social, económica y política de Venezuela.

Considero que uno de los temas de los cual debe ocuparse el nuevo parlamento Venezolano, es definir de una vez por todas sobre la nacionalidad del actual Presidente Nicolás Maduro, puesto que existen serias dudas sobre ella, y valdría la pena que se confrontaran los documentos que hace unos meses aportamos por esta misma columna dando cuenta que dicho señor desgraciadamente es Colombiano, nacido en Ocaña – Norte de Santander – Colombia.

De comprobarse que efectivamente dicha partida corresponde al actual presidente de Venezuela, Nicolas Maduro Moros, y que de acuerdo a la constitución política de Venezuela, para ejercer el cargo de presidente, es requisito indispensable haber nacido en su territorio, el nuevo congreso al haber obtenido mayoría calificada, es decir apta para decidir y tomar decisiones, debería pedirle la renuncia icso facto o en caso contrario destituirlo y ponerlo a disposición de las autoridades competentes para que responda por el delito de falsedad y adulteración de documentos, entre otros.

Su nombre completo es: Nicolás Alejandro Maduro Moros, nacido en Ocaña Norte de Santander – Colombia, el día 21 de noviembre de 1.961, partida de nacimiento No. 11 folios: N412 y N471.

En consecuencia le queda al nuevo congreso de Venezuela, enfrentar a través del: MOD, Movimiento de Unidad Democrática, al oficialismo que se encuentra en minoría, procurando en todo momento la unidad y buen entendimiento, puesto que de romperse ese principio muy seguramente que lo aprovechará el gobierno de Maduro para pescar en río revuelto, no olvidemos que maduro reconoció su derrota al amanecer del día lunes 7, pero durante estos últimos previos a la posición del nuevo congreso, está provocando y desconociendo la magnitud de su derrota, echándole la culpa a quienes se han atrevido criticar su gobierno.

Venezuela y Colombia, deben retomar su hermandad como países nacidos en la misma cuna de libertad Bolivariana por los senderos del desarrollo y de progreso que siempre han tenido, pero que en los últimos años con la ascensión del Chavismo al poder, se han visto obstaculizados, ya es hora de que la dinámica de su comercio se reinicie bajo su reintegro a la Comunidad Andina de Naciones, CAN.

urielos@telmex.net.co

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