Publicidad

Rescatemos el vallenato

Óscar Sevillano
03 de diciembre de 2015 - 02:00 a. m.

La declaración del vallenato por parte de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, debería indicar a los colombianos que al interior de nuestro país contamos con tesoros culturales que deberíamos cuidar y no permitir que las ganas de innovar de quienes persiguen la fama, los acaben.

No sé en que estarán pensando quienes creen y están seguros de que la tal nueva ola vallenata puede parecerse o derivarse de las himnos musicales que hasta hace poco venían siendo interpretado por verdaderas estrellas de este género, que a través de estrofas compuesta por cuatro renglones en forma de copla, donde riman los versos pares y los impares, le cantaban al amor o a un hecho ocurrido en alguna población de la Costa Atlántica.

Fue por medio de este ritmo musical como se conocieron las historias contadas por Rafael Escolana, que a través de composiciones musicales narró por ejemplo, lo sucedido en la población de Badillo, donde el robo de uno de sus tesoros litúrgicos, “reliquia del pueblo tipo colonial”, dividió la historia de la región.

Con el vallenato los colombianos vibramos también con la historia interpretada por Rafael Orozco, quien nos recordó cuales son las emociones que sentimos al regresar a nuestro pueblo y encontrarlo tal cual se le dejó, luego de una larga estadía por fuera de él, donde además un viejo amor espera nuestro regreso.

Y ni hablar de la “Gota fría”, composición musical de Emiliano Zuleta, que hace referencia al duelo musical durante una parranda en la población de Urumita, entre este y Lorenzo Morales. Esta canción fue reinterpretada por Carlos Vives, quien le dio un nuevo aire musical con instrumentos actuales, sin embargo el artista cuidó de no destruirle su esencia, hecho que vale la pena destacar.

Sin desconocer el talento de artistas como Silvestre Dangod o Pipe Peláez, tengo que decir que a sus ritmos no se les puede si quiera equiparar a lo que un día llegaron a interpretar personajes del vallenato como Rafael Orozco, Otto Serge, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Beto Villa y Beto Zabaleta, los Pechichones, Omar Geles y Miguel Morales, etc.. Mucho menos decir que sus canciones tienen la esencia del género que dio a conocer a Alejo Duran, Rafael Escolana, Calixto Ochoa y Alfredo Gutiérrez.

Por más que sus fans les defiendan, hay que decir que los cantos interpretados por Dangond o Peláez, son más una moda que un arte. Por tanto no creo que sea posible decir o insinuar que sus letras puedan ingresar en lo que la UNESCO ha declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y que por tanto haya que cuidarlas.

Dudo mucho que el organismo internacional pida que se preserven ritmos que no corresponden a lo autóctono del vallenato, porque es claro que con la declaración hace la invitación a Colombia entera a cuidar de ese vallenato que narra las historias que hacen parte de la vida cotidiana de una población o región y que son la esencia de su cultura. La UNESCO no está haciendo referencia a una moda comercial, porque esta con el tiempo desaparece y como es de imaginarse, en unos años estaremos diciendo de eso que llaman “La nueva ola del Vallenato”, que “Así como llego se fue”, frase que utilizan Rafael Jiménez y Orangel Maestre en la canción Flor de Papel, quienes textualmente se refieren de esta manera, a un amor fugaz.

El mensaje que envía la UNESCO a los colombianos al declarar el vallenato como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es el de cuidar la esencia del mismo y no permitir que una moda que pretende desvirtuarlo, porque existen personas a quienes les parece anticuado, acabe con lo autóctono de este género musical.

@sevillanojarami

 

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar