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Tecnodioses

Fernando Araújo Vélez
28 de febrero de 2016 - 01:50 a. m.

Te roban. Te ultrajan. Te pisotean. Te convencen de que sin ellos no puedes vivir. Te hacen firmar contratos que sólo cumples tú, porque ellos tienen el dinero y el nuevo poder, y ya sabemos que quien tiene el dinero en este mundo tiene el poder, y quien tiene el poder decide, impone y le importan muy poco los contratos.

Te patean, y después de patearte, te halagan para amilanarte con una carita feliz, y tú, pobre indefenso, te crees el halago y en la noche prometes ante el Cristo de espaldas que con sorna pusiste en tu cuarto para que te diera suerte aunque no crees en la suerte, que al día siguiente vas a pelear, que al día siguiente irás con los dientes apretados a reclamar, a protestar, a armar una huelga silenciosa en punto de las tres de la tarde, y entre delirios e imágenes te duermes. Y dormido te humillan. Y dormido también te persiguen con luces que titilan y la palabra algoritmo.

Te ofenden. Te humillan. Si exiges tus derechos, algún derecho, te envían un comunicado que no logras entender con leyes e incisos que tampoco comprendes sobre las cuales se basan para hacer lo que les plazca, a sabiendas de que esas leyes e incisos las aprobaron unos tipos vestidos de paño a quienes les pagaron, en un congreso de paredes inmaculadas y muy oscuros manejos. Te disminuyen a una posición de eterno consumidor. Si no le gusta, no lo compre, te dicen, seguros de que miles de millones sí compran y sí aceptan sus condiciones. Te amedrentan porque son los nuevos dioses de nuestra estúpida vida, y desde hace rato se sentaron en la misma mesa con los otros dioses, con aquellos viejos dioses de antes, los dioses luna, sol y estrellas, los dioses guerra, sangre azul, aristocracia, el dios de la fe y la resurrección y los que aparecieron luego, los dioses de la industria y la producción, el de la guerra y la muerte y el del dinero.

Te subyugan. Te hacen creer que sin ellos no puedes vivir, y compran artículos en los periódicos y en la televisión para convencerte de que necesitas sus miles de aparatos, y cada vez necesitas más, por supuesto, y cada vez gastas más, por supuesto, y cada vez ellos son más dioses, también por supuesto. Te vigilan, te estudian, te envían anuncios con lo que a ti te gusta, pues ellos saben qué te gusta. Ellos, los nuevos dioses, decidieron qué te gusta y qué no. Y lo que te gusta, obvio, vale tanto y tanto. Te persiguen en nombre de la seguridad y han incluido tus datos en miles de archivos que reenvían a las “autoridades”, y por seguridad, afirman, te dan a leer lo que ellos deciden, te dan a escuchar lo que ellos determinan, que una vez más, es lo que te llevará más tarde o más temprano a comprar. Te atemorizan, porque ya están tan instaurados en nuestro mundo, que sin ellos nada podrá funcionar, dicen y en parte es cierto. Si fallan, fue culpa del sistema, no de ellos. Si te arruinan, fue culpa del xy24wvy drupal y demás, nunca de ellos. Y si algún día los llegas a ignorar, te amenazan con apagar sus señales, que es, creen, apagar el mundo.

Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

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