Publicidad

“Traicioneros”

Don Popo
28 de octubre de 2015 - 02:00 a. m.

—“Malagradecidos, ¡por su culpa perdimos!".

—“¿Que les vale pipí de pollo? ¡Con Peñalosa comerán popó de pollo!”.

—“Los van a matar como a ratas y lo que les dimos se lo darán a los neonazis de Kennedy”.

Fueron las palabras de algunos funcionarios que se chantaron el guante con mi anterior columna.

El marido (la izquierda) maltrató tanto a la buena mujer (el Hip Hop) que la hizo ir de la casa; no porque hubiera un mejor postor, sino cansada de las promesas no cumplidas, del manoseo y la instrumentalización; del irrespeto. Por frustración. Por miedo a nuevas vergüenzas. Por querer tranquilidad.

El ego y la soberbia de algunos funcionarios; su incapacidad para reconocer errores, su intolerancia a la crítica, siempre a la defensiva, y la ofensiva chantajista; por no haber matado sus propias pulgas, que multiplicaban las prácticas clientelistas, corruptas y deshonestas que tanto critican de la derecha; y por el atrevimiento de pasar factura por las buenas acciones, cuando ese es su deber… la decisión del pueblo en las urnas fue irrefutable.

Son irrespetuosos los calificativos por las redes sociales de algunos absolutistas de izquierda: “Pueblo ignorante; masoquista; sin memoria”; y de otros columnistas, quienes dan toda la responsabilidad a la manipulación de los medios de comunicación y los poderes económicos, subestimando el criterio del pueblo; las decisiones de los ciudadanos, así sean presionadas y persuadidas, son dadas por sus condiciones de vida, el sentir de su diaria realidad, más que por discursos abstractos. El sinsabor de la izquierda en Bogotá por la “traición” debe ser el mismo que está sintiendo Uribe por la manifestación del pueblo en Medellín. ¡Evidencia de que el pueblo no es estúpido!

Creo que para la izquierda será bueno estar un tiempo fuera después de 12 años. Para reflexionar, reevaluar, corregir y reinventarse. Para reconfigurar la ingeniería de sus estructuras y depurar el sistema de zánganos; haciéndolo más efectivo, para que los buenos propósitos de la cabeza lleguen a las bases sin distorsión; para que el empoderamiento de las bases sea relevante, trascendente y sostenible.

El Hip Hop debe seguir siendo lo que somos y haciendo lo que hacemos: arte y cultura para la transformación social, para la autosuperación, contribuir a las economías locales con nuestros emprendimientos y trabajar por la paz.

A la nueva administración la invito a confiar en el movimiento Hip Hop, sus líderes y procesos. Somos expertos conocedores de los territorios, sus problemáticas y sus soluciones pacíficas. Si nos invitan a la mesa, en igualdad de condiciones, sin prejuicios, con sinceridad y respeto, seremos los colaboradores ideales, con pensamiento críticos y ciudadanía activa aportaremos a la gestión eficiente de la ciudad.

Pero ojo, somos un millón de militantes activos en la ciudad (más de los que eligieron esta administración) que estaremos vigilantes a que Peñalosa cumpla sus promesas de gobernar para los pobres, no sólo con cemento y parques espectaculares. Haremos veeduría ciudadana.

Y al mal marido, si en cuatro años vuelve regenerado y da garantías de no repetición, de seguro volveremos a casa, ¡corriendo el riesgo del masoquismo!

 

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar