Para Europa se acabó el fresquito

José Manuel Restrepo
12 de julio de 2015 - 02:00 a. m.

A propósito de mi último artículo en este medio sobre la crisis en Grecia y el manejo populista que le ha dado el gobierno de Alexis Tsipras, entre los muchos mensajes de respaldo a dicha opinión, me pareció fascinante constatar la pasión que genera en algunos de por acá dicho primer ministro.

La sensación que me queda es que este personaje se ha convertido en la reencarnación de un cuasi Robin Hood en la época moderna. En medio de tanta pasión, que ni siquiera verifica argumentos, me llegaron varios comentarios en defensa del referendo de los partidos de izquierda y derecha radical en Grecia, acudiendo al argumento de autoridad de que premios nobel de Economía lo apoyaron.

La verdad es que si dicho planteamiento viniese solamente de Stiglitz no habría mayor novedad. De hecho, él hace unos años consideró que el modelo económico de Venezuela era un laboratorio con destacado desempeño en el crecimiento, en el manejo monetario, en el logro de la equidad, entre otras virtudes. Algo similar, aunque con más cautela, viene de Krugman cuando destaca cómo el modelo argentino había hecho las cosas mucho mejor que lo que pintan los medios. Y la verdad es que ninguno de los dos modelos que los premios nobel destacan, hoy son ejemplo para la humanidad.

Una cosa es hablar de la economía analítica o teoría económica, en donde los premios nobel hacen sus aportes a la ciencia económica. El primero de ellos por su aporte a la teoría de la información asimétrica, y el segundo por sus aportes a la teoría del comercio internacional. Y otra cosa muy distinta son los comentarios de política económica o economía política de cada uno de ellos, donde como acabo de señalarlo no siempre aciertan ni son palabra final.

Dicho lo anterior, es absolutamente evidente que con referendo o sin referendo es necesario que Europa busque mecanismos flexibles para este y otros procesos de negociación similar y que tenga en consideración la real capacidad del país de salir adelante.

Al igual que mis críticos, comparto la admiración a las habilidades políticas de Tsipras. Entre otras se suelen parecer a la de políticos del trópico que convierten en problemas políticos las propias debilidades en materia social, de gestión o económicas. Para no ir muy lejos con el cuento del referendo, Tsipras logró darse un fresquito temporal, obteniendo un activo político, pero poco hizo en lo económico. Es falso afirmar que ahora tiene más poder de negociación; de hecho, confirman varios líderes económicos de la región que por el contrario aumenta el sentimiento de animadversión al derroche fiscal griego. Tampoco le da mayor nivel de mandato a Tsipras, pues de hecho ya lo tenía. Eso sí seguramente le costó un valor adicional al ya abultado déficit fiscal.

Pero seguramente también ese referendo le dio otro fresquito temporal a Europa, que también debe decidir si acepta o no las nuevas condiciones que debe plantear Grecia antes del día de hoy, en que se toma la decisión final de si Grecia sale del mundo Euro o no. Para Europa si bien no es un problema económico complejo el que se diese el denominado Grexit, sí es un golpe muy fuerte el que se empiece a desestabilizar el modelo Euro, y tiene que tener cuidado en que el populismo tipo griego se podría repetir más adelante con otras naciones y la forma como responda en este caso anticiparía lo que viene después.

Así pues se acabó el fresquito para Grecia y para Europa, y hoy deben decidir. Me atrevo a decir que habrá acuerdo con Grecia, pero con condiciones exigentes que reclaman el resto de los europeos sin ahorcar la economía griega y el euro saldrá invicto por esta vez (entre otras porque Grecia no sobrevive sin Europa). Vale más siempre el modelo de una Europa unida y fuerte, aunque no a cualquier costo.

Si sucede algo distinto, vendrían desastres importantes para todos. En el entretanto, y por andar dedicados a Grecia, se nos está pasando la crisis de China y la nueva sobreoferta de petróleo, asuntos esos sí que pueden afectar significativamente nuestros propios problemas internos de crecimiento y déficits fiscal y comercial.

jrestrep@gmail.com / @jrestrp

 

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