Paro e intereses: dos tiros en el pie

Luis Carvajal Basto
27 de febrero de 2017 - 02:00 a. m.

Aunque la cifra de crecimiento del PIB para 2016, 2%, no sea tan negativa en un entorno internacional ralentizado, cometimos errores que debemos reconocer para no repetir.

Con frecuencia decimos, como justificación, que la economía colombiana en 2016  debió afrontar variables como la caída en los precios del petróleo y el niño, sobre los que no tenemos control o influencia, o la que tenemos mediante el uso de políticas y la acción concertada de ciudadanos y Estado no es determinante. Sin embargo existieron dos factores, claramente recesivos, que contribuyeron al deterioro dependiendo de “nosotros” en gran parte: el alza  en las tasas de interés y el paro camionero sin los que, aunque poco se diga, el resultado hubiese sido diferente.

Y puede, punto aparte, añadirse una más: el efecto de la polarización política; de nuestra la división interna que ha aumentado la incertidumbre y afectado las expectativas, determinantes en la inversión.

El aumento en las tasas de interés, finalmente, está consiguiendo resultados en el control de la inflación, desde 8.97 en julio a  5.47 a 31 de enero. Pero el costo ha sido el “estrangulamiento” de la economía. Es extraño que poco se mencione en los análisis. Debe recordarse que partió de un diagnóstico equivocado pues no se trataba de controlar un exceso de demanda, sino los efectos de la devaluación  en el incremento interno de precios.

Por otra parte el desbordamiento en los alimentos, consecuencia del clima; el paro camionero y, en síntesis, la reducción de la oferta, tampoco era sensible a variaciones en la tasa de interés, lo que se puede comprobar ahora, cuando sabemos que el “crecimiento” del sector agropecuario en 2016, 0.5%, fue, prácticamente, nulo.

Si  el incremento de tasas no correspondió a las causas de la inflación, pudo hacerlo, aunque tampoco se diga, por la vía de la relativa estabilización de la tasa de cambio: ¿Qué habría ocurrido al dólar con unas tasas de interés más bajas? Debemos hacer el cálculo, pero con diferencias tan grandes entre nuestra inflación a julio ,8.97, y  la de Estados Unidos, 0.8%, la subida de tasas fue, con el endeudamiento, una medida  para estabilizar el dólar. Debería informarse con claridad por parte de las autoridades monetarias.

El desempeño de la economía habría sido mucho mejor sin paro camionero .Un episodio en que la administración pareció “sorprendida”, pudiéndose evitar, y las respuestas fueron extemporáneas. Un error de gestión costosísimo  que, hasta ahora, no tiene responsables.

Confrontado con la realidad, el desempeño de la industria manufacturera, 3%, no correspondió con tantas  promesas de sustitución de exportaciones y recuperación del mercado interno. La competitividad que nos dio la devaluación no fue suficiente.

En este 2017 el precio del petróleo  se está ubicando  entre 55 y 60 dólares, lejos de los 28 que alcanzó, lo que  dará un relativo respiro a nuestras finanzas pero no será suficiente para unos niveles de inversión y gasto público como los que necesitamos para confrontar unas perspectivas y un ambiente complicado. Eso  se puede ver en el índice de confianza del consumidor para enero publicado por Fedesarrollo, -30.2, el más bajo desde 2001.Superar ese  pesimismo será nuestro más importante reto en un año preelectoral en el que, adicionalmente, debemos ser cuidadosos con los efectos negativos que la polarización política puede generar en la economía.

@herejesyluis

Posdata: ¿No es  esta la hora de reformar  la regla fiscal para no “amarrar”  la inversión pública, la mejor herramienta anti recesiva disponible?

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